Una imagen que hace daño a la vista y causa mucho dolor al corazón más duro y al cerebro aunque quiera pasar de largo. Pero es bueno que duela, que nos estremezca, señal de que estamos vivos y somos sensibles ante la barbarie y el genocidio de todo un pueblo ante la tristeza infinita de este niño palestino Mahmoud Ajjour, sin brazos.
Es fantástico que haya sido elegida Foto del Año 2025, en el concurso World Press Photo, porque así nos perseguirá largo tiempo. Su autora es Samar Abu.
Fue herido en marzo de 2024 y evacuado con los suyos a Qatar, donde recibió tratamiento.
Está aprendiendo a usar sus pies para escribir, participar en juegos digitales en el teléfono y abrir puertas. Desde que perdió sus brazos “su vida es un reto porque no se puede valer por sí mismo y depende de su madre hasta para sus necesidades básicas”. ¿Te lo imaginas? ¿Te das cuenta?
Samar, la fotógrafa, que asegura “echar mucho de menos a su familia, espera que el galardón ayude a divulgar historias como esta para que la gente entienda mejor lo que está pasando allí”.
Asimismo, la Presidenta del Jurado del Concurso ha puesto sobre la mesa toda una declaración de principios: “Esta imagen hace lo que el gran fotoperiodismo puede hacer: proporcionar un punto de entrada en una historia compleja”, y yo aprovecho esa entradilla para poder enumerar los capítulos de esta historia que no se me va de la mente:
1.- Érase un niño feliz, pero que no dejaba de ver que su vida pendía de un hilo.
2.- Donde se describe y narra el ruido de los misiles entrando en sus oídos y martillando su corazón.
3.- En donde se recuerda y se llora todo lo que murió en su vida desde el instante en el que una bomba cayó sobre él.
4.- Sobre el momento en el que se vio sin brazos y días sucesivos y la necesidad urgente de aprender a sustituir en todo, con los pies, a las manos.
5.- De cómo son los latidos de su corazón y las lágrimas que hierven en su rostro cuando su madre tiene que ayudarle en todo.
6.- Descripción pormenorizada de sus ojos mirando al infinito con infinita tristeza viendo el futuro que le espera.
7.- Sobre lo que pasará por la mente de Netanyahu cuando vea ese rostro y lo que debería pasar en el caso de que fuera humano y tuviera entrañas de humanidad.
8.- De cómo está respondiendo Israel, España, Europa, el mundo..., ante la masacre de un pueblo inocente e indefenso.
9.- De la lista interminable que nos pusimos, todos nosotros, a hacer, tras contemplar con dolor e impotencia esta imagen con todo lo que sentimos, pensamos y maldecimos.
10.- Elegía-llanto alargado por unas manos que ya no pueden acariciar y acariciarse, abrazar y abrazarse, aplaudir, tocar un instrumento, escribir una carta, ayudarse con ellas para subir al tren, cerrar los ojos de sus padres a su muerte, coger las manos de sus hijos cuando tenga hijos y poder limpiarles los mocos y las cacas y secarles las lágrimas, y subirles al tren y a los columpios y maldecir a todos los Netanyahu con el puño cerrado, en un sueño, sin poder nunca más abrir la mano para darla a todo el mundo en plan de paz y amistad...
Nota no tan al margen: Muy digna y ejemplar la preocupación del Papa Francisco, descanse en paz, por el interés demostrado por Gaza.
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1 comentario:
No hay palabras, sólo dolor infinito...
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