Estamos hechos de instantes, somos tiempo, fuimos, somos y seremos, y es bueno que los instantes, aun los mejores, sean pasajeros, y no digamos los malos, que es estupendo que se vayan cuanto antes. En estos días de lluvia abundante en toda España, cubriendo la Semana Santa, se ha visto llorar a lágrima viva a mucha gente joven, y no tanto, por haber tenido que suspender las procesiones. Ya pasó, o casi, tras la lluvia ha ido saliendo un sol tímidamente esplendoroso y no hay más remedio que celebrarlo, aun quienes hace unos días vivían momentos a tono con el dolor de los Pasos, porque ya habrá Semanas Santas sin lluvia.
Por ello no hay motivos para el derrumbe total. Todo pasa y vendrán días de dolor y gloria luminosos. Y saber que los días de triunfo, victorias y suerte en el juego, por suerte, también pasan porque el triunfo y la victoria nos hacen insensibles, habitantes en burbujas artificiales, y hasta la lotería tampoco dura tanto, pues cayó llovida del cielo sin esfuerzo alguno y se evapora a toda prisa. Todo pasa y todo queda. Pasan los días con sus momentos de dolor y gloria, insisto que por fortuna. Pero todo queda haciendo mella en el alma y en el cuerpo y así es como vamos construyendo caminos hasta en el mar, caminos de ida y vuelta junto a los que van y los que vuelven, que es buena y hermosa la compañía, siempre estamos yendo y siempre estamos volviendo a los mismos sitios, tendencia innata, como la de escuchar la misma canción mil veces y la misma historia y, a ser posible, revivir o recordar los mejores momentos de nuestra biografía particular.
No llores ya más, porque con 15 primaveras tendrás ocasión de vivir un montón de Semanas Santas hasta hartarte, que de todo se llega uno a cansar. Más bien llora por Gaza y celebra cuando llueve a manta y amanece claro y todo el campo, como la pradera para los caballos, invitando a correr en el momento de la suelta sin esperar ni una milésima de segundo para recorrerla hasta la extenuación. Es su instante de gloria y libertad, Y el nuestro vivir el carpe diem a tope, si se puede y te dejan.
... Y última reflexión en torno al tema. En qué quedamos: Tras la sequía imperante y duradera estamos hartos de anhelar la lluvia y soñar con ella. ¡Hace tanta falta! Por lo que habría que decir: Bienvenida en todo momento y a todas luces. Pero hete aquí que estamos en Semana Santa y tanto para los cofrades y espectadores, como para los buscadores y gozadores de playa, montaña y mar hace muy mal tiempo. Yo los comprendo a todos y me apenan, un poquito, las lágrimas de quienes no pueden salir en procesión. Alguien les está probando su fe, de suyo ya muy debilitada, porque hay que tener mucha, como la de salir con los santos para que llueva, y no llueve nunca, si no está de llover, y para que deje de llover de una vez y puedan salir todos los santos en multitudinaria procesión. Un lío tremendo. Pero con todos los respetos, faltaría más, resumo por vía doble:
1.- Cuando hace mal tiempo hace un tiempo maravilloso.
Y 2.- Bendita Semana Santa pasada por agua.
https://youtu.be/3LiztfE1X7E?si=-PiLnSpPZ9dIaS Vivaldi Four Seasons: Spring (La Primavera) Full, original. Youssefian & Voices of Music RV 269 4K
https://youtu.be/CIF1kq9s_L0?si=22pwt9dN4FZJLher ALELUYA. MESÍAS. Georg F. Haendel.
Y con la Pascua preciosa en lluvias y la primavera tirando a verde, tarea a la vista para todos: Resucitar, renacer, renovarse, revivir, resurgir, reconsiderar, rebobinar, replantearse, rehacerse, repensar, releer, reimaginar...
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