jueves, 12 de octubre de 2023

¿QUIÉN CONDUCE A QUIÉN?

 



Pareciera, y realmente parece, que es el niño el que guía y conduce al abuelo, ¿por la buena senda?, es seguro que sí, porque sabe el niño más que el diablo por muy sabio y viejo que este sea, porque vete a saber si existe, que parece que no, y es lo más probable.
Pareciera, y realmente parece, que los niños nacen hoy sabiendo y, cuando tienen ocho y más, se las saben todas, y no digamos las niñas que siempre han despertado antes que ellos y de qué manera.
No es el ciego guiando a otro ciego, es el niño el que lleva y el viejo se abandona feliz, con solo poner su brazo sobre su cuello, porque si el abuelo no confía en el nieto ¿quién le va a creer mejor que él? Y el niño sabe, porque ha hecho la misma ruta mil veces con su padre y sus amigos y cuando el abuelo era más joven, porque a saber quién le enseñó, y no lo ha olvidado, se sabe de memoria la senda, y los dos, en armoniosa y alegre camaradería, van comentando lo que vieron y con lo que se encontraron las mil y una vez que pasaron por allí. Los días son casi iguales unos y otros, y totalmente diferentes, dependiendo de las voces, los encuentros, las pisadas, las experiencias, las vivencias de todos y cada de los paseantes. Y esta vez la están viviendo con verdadera emoción, se advierte claramente, porque el lenguaje de signos no falla, como no falla el abrazo sobre el hombro, el brazo y la mano en la cintura, la cabeza ladeada del niño hacia arriba pendiente de las palabras del abuelo o del resoplar comn ciefrta fatiga y la cabeza toda con la voz de la experiencia pensando y dictando las últimas lecciones de la vida y para la vida.
Maravilloso viaje que conduce a todas partes, sobre todo a donde la imaginación y la intensidad del afecto los va llevando.
El mayor se irá al otro mundo con este recuerdo tan placentero y el menor lo guardará en el cofre de la memoria que sacará de mayor como si lo siguiera viviendo porque fue uno de los momentos que se quedaron eternizados para siempre.
Pareciera, y lo parece, que el niño le está diciendo:
- Abuelo, ¿volvemos mañana?
- Mañana volvemos, hijo, naturalmente, y a la misma hora, no te olvides de ir a buscarme.
Y volverán, como dos buenos colegas, como dos amigos entrañables, como abuelo y nieto, para explorar nuevas rutas y nuevas emociones.
https://youtu.be/Sa7T72nWa_A?si=ef1jtMtdkyshl4R- Paco Ibáñez - Palabras para Julia

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