Tras el pensamiento viene la palabra, sanadora o mortífera, muchas veces el insulto, hasta rebajar a la persona a lo más ínfimo: “eres una cucaracha, un ser inmundo, un animal”, a veces los cuidados ejemplares que elevan al ser humano a lo más alto, otras es capaz de traspasar todas las líneas rojas y llegar al genocidio, que es lo más.
El Holocausto, conocido por su término hebreo, Shoá - «La Catástrofe»), es el genocidio realizado por el régimen de la Alemania nazi contra los judíos de Europa. Este exterminio no se limitó sólo a los judíos, sino que los actos de opresión y asesinato se extendieron a otros grupos étnicos y políticos. La cifra de judíos asesinados fue de unos 6 millones y en total 15 millones contando los polacos, discapacitados, gitanos, homosexuales y prisioneros de guerra soviéticos.
La guerra de Ruanda dio como resultado final la muerte de 800.000 millones de tutsis, a quienes los hutus llamaban “cucarachas” y fueron asesinados, en efecto, como si de cucarachas se tratara. Hasta ahí llegó el nivel de deshumanización.
Y en estos días nos llega, una vez más, la guerra que no tiene fin, entre Israel y Palestina: “Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia” ha declarado el ministro de Defensa israelí. Esta es la filosofía. Este es el pensar, el lenguaje usado y enseguida llegando los actos en forma de racimos de misiles destructores y asesinos, camino de la “Catástrofe” final, reconociendo que Hamás piensa y actúa de igual manera, intentando machacar y barrer del mapa al Estado de Israel. Es el círculo perfecto infernal.
Conclusiones pertinentes para ellos y nosotros:
- Hay que gestionar, educar y conducir el pensamiento por los caminos de la ética, la decencia, el orden y la justicia.
- No hablar, y menos con exagerada vehemencia y agresividad sin haber pensado antes y siendo capaces de hacer silencios.
- Por nada del mundo, sin venir a cuento, solo ante manifiesta y obligada defensa propia, usar arma alguna, lo mejor es no tenerlas, porque si están a mano, lo más probable es que algún día se usen para nada bueno.
- La dignidad de los otros está muy por encima de mis pensamientos bastardos, deseos impresentables en sociedad, hechos que descalifican gravemente al que los perpetra.
- Lo que tú quieres para ti: un Estado que te asegure una convivencia en paz y poder llevar una vida digna, con tres comidas calientes al día y un techo confortable, qué menos, es lo que tienes que exigirte por elemental humanidad a que los otros tengan asimismo su Estado, y todos podamos anhelar poder vivir en paz y libertad en el territorio de la equidad y la justicia y poder vivir en paz pudiendo labrar un futuro al alcance de la mano.
Nota no tan al margen para ceder la palabra a Edith Bruck, gran escritora, de 92 años, que sufrió a los 13 el holocausto con sus padres y hermanos: “Soy judía, defiendo a Israel y me duele enormemente la masacre cometida por Hamás en el kibutz, con todos esos niños, jóvenes inocentes, mujeres asesinadas, es algo espantoso, una barbarie. Solo he visto cosas similares durante el nazismo”. Pero continúa diciendo: “Temo las consecuencias de la brutal respuesta de Israel a la ofensiva de los milicianos de Hamás y creo que la venganza y la violencia sirven de poco. ¿Cuándo acabará la guerra, cuántos muertos habrá? La venganza, la revancha, no sirven de nada, solo empeoran la situación”.
Y lo terrible es que la venganza y la masacre continúan.
La visita del Presidente de EEUU, ayer, y la del primer ministro inglés, hoy, darían para otro artículo.
https://youtu.be/MDYm2KRQ9fU?si=8T6MHY2sHSXRhDtx ACETRE-fado de la luna.
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