jueves, 6 de abril de 2023

LA PIZARRA DE HIPATIA

 


“Espero que algún día tengas el coraje
de huir de todo lo que te hace miserable”. Pizarra del Bar “Hipatia”
De nuevo, al ir a por el pan y el periódico, la dueña del bar de Hipatia, una mujer muy joven y la mar de agradable, ha tenido a bien escribir en la pizarra, en plena calle, la frase de turno, que copio a la vuelta. Y, una vez más, acierta, y a mí, al menos, me hace pensar. Ya le dediqué en su día dos artículos a otras dos frases que, igualmente, me hicieron detenerme y llevarme en mi mochila.
En la vida hay que ir, y estar yendo, por encima de todo, a donde sea, a cualquier parte, para ver y conocer más mundo, más paisajes, más gente, más de todo, por eso somos, más que nada, nómadas, desde que el primer humano pusiera pies en el suelo. Ir y volver. Pero ampliando el campo de la huída, también es obligado y de gran acierto, huir cuando el fuego comienza a rodear alocado tu casa, y de los malos vientos, discursos, hechos y mentiras de Donald Trump y sus secuaces de allá y de acá.
Huir del campanudo que nos sale a veces y nos hace creer que somos los más guapos, los más listos y mejores, o del que no ve más que pajas en los ojos de los demás y no le importa meter sus dedos, sin divisar la enorme viga evangélica que lleva pegada a ellos haciendo que no vea un burro a dos pasos, y de esa tentación siempre cercana cuando de por medio hay dinero, ay, y poderlo llevar con cierta facilidad, o escurrir el bulto cuando alguien, o tu país, te necesita y te haces el tonto, el sueco, o te pones de perfil, cuando habría que estar ahí diciendo un gran sí a secas o un no rotundo, que pone las cosas en su sitio y tú donde debes estar, y huir, como repito muchas veces en los talleres de escritura creativa, del tsunami de los lugares comunes, de los prejuicios, de las frases hechas, de los tópicos, de los ripios, que nos empobrecen tanto y merman nuestra capacidad de asombro ante lo nuevo, lo más novedoso y sugerente y buscar de manera presurosa las perlas y hallazgos literarios, sociales y humanos que nos rondan sin darnos cuenta tantas veces,
Huir del ruido a lo bestia y a lo irracional y de los insultos, ruido sobre ruido, porque saca lo peor que llevamos dentro.Y de los que no te respetan, ni te miran nunca, ni pronuncian tu nombre y no te tienen en cuenta para nada y te reducen a objeto de quita y pon en el rincón del olvido. No son buena compañía.
Y huir, principalmente, de todo lo que nos hace miserables, todos sabemos bien su significado: “miserables”, ya está dicho todo. Los diccionarios de la RAE y de María Moliner lo dicen muy claro.
… Se agradece toda información en las pizarras de bares y restaurantes, suelen ser una buena guía para ir entrando en materia y que el paladar vaya anotando sus gustos y acelere los jugos gástricos, y que esta pizarra a la puerta, casi de mi casa, del bar más cercano, Hipatia, me sorprenda con asiduidad de una forma poética o filosófica, con frases que dan alas a la reflexión, que le aportan una buena bebida y sustancioso alimento a la mente, tiene para mí un mérito impagable que agradezco.
Así que ojalá tengamos el coraje de huir de todo lo que nos hace miserables, eso lo primero, y después de todas esa huidas que he mencionado y otras muchas que te sugieran estas líneas.
https://youtu.be/rEZUMOUif9w Samaritana Fado (Pedro Ramalho) Carlos Couceiro e Carlos Figueiredo

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