jueves, 16 de marzo de 2023

Y SE VISTIÓ DE GALA

 


La actriz Blanca Portillo recibe el Premio Málaga-Sur en el @festivalmalaga.
No hay más remedio que detenerse, con fruición, en esa imágenes, por lo novedosas, rompedoras, te cambian el ritmo a que nos tienen acostumbrados todas las galas de este mundano mundo hasta el delirio, aunque vayan tan guapas, es verdad, y esta mujer se sale del cuadro para marcarnos otro enfoque, otra actitud ante una la vida que intenta rivalizar con la luz de las estrellas, y a mí me parece que ejemplar y envidiable. Las imágenes casi lo dicen todo, porque la palabra es necesaria, en este caso, la suya que lo explica y da sentido al gesto y hace hablar a las imágenes que no dejan de ser mudas aunque sean tan elocuentes, pero la palabra añade su valor. Y esto ha dicho la inmensa actriz Blanca Portillo, acomódense, aprieten los cinturones, lean alto y despacio:
"Os estaréis preguntando qué hace vestida así esta mamarracha en una noche de lujo y esplendor.
Ha sido una decisión muy pensada, esta noche no estoy aquí para defender un personaje o un trabajo concreto. Estoy aquí porque habéis decidido poner en valor el trabajo de casi 40 años, dedicados casi de forma enfermiza a la interpretación. Y puesto que es eso lo que estáis valorando, quiero recibirlo como persona y no como actriz y esto es sencilla y llanamente lo que soy: Blanca, una persona. Un ser humano despojado de lujos y disfraces. Una mujer de 59 años que la mayor parte del tiempo tiene miedo y frío y que necesita desesperadamente cariño y apoyo. Que prefiere los vaqueros a los trajes de noche, las cañas con los amigos al champán de las fiestas, que prefiere el amor a la admiración."
…Y comienza a definirse, adecuarse a la cruda realidad, es un adefesio en el marco selectísimo de la gala, sabe que lo es y se llama a sí misma “mamarracha” - palabra de una enorme plasticidad, vistosa, se puede paladear -, no es tonta no está loca, está en sus cabales, porque se lo ha pensado mucho, ha hecho tantos papeles y los ha bordado todos, se ha metido tanto en los personajes de sus películas que no tiene ninguna dificultad en verse por dentro y por fuera y lo ha definido desde la más honda humildad, desde la más certera descripción. Poner en valor el trabajo de casi 40 años, “dedicados casi de forma enfermiza a la interpretación”, dice ella, pero digo yo, que más bien desde la valentía y la entrega a una profesión muy mimada, el amor a lo bien hecho, la pasión de toda una vida con muchas sencillez y humildad, con mucha preparación y estudio, y que la está haciendo y conformando un poco única en su género y para demostrarlo ahí está ese gesto y ese ejemplo maravilloso desde la sencillez y la coherencia. Mostrando ante los demás lo más importante de ella, sin oropeles, sin alharacas, sin exageraciones, la persona al desnudo: Blanca Portillo.
Sí, y se vistió de gala, porque el premio lo merecía, se merecía el premio por ser quién es, una inmensa actriz, una persona única. Hay que tener bemoles para salir así. Solo ella:
“Blanca, una persona, un ser humano despojado de lujos y disfraces. Una mujer de 59 años que la mayor parte del tiempo tiene miedo y frío y que necesita desesperadamente cariño y apoyo. Que prefiere los vaqueros a los trajes de noche, las cañas con los amigos al champán de las fiestas, que prefiere el amor a la admiración”. Pues eso. ¿Para qué más?
https://youtu.be/X5XxAWLuQGs La Penitente DULZARO

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