Diario del atardecer 12 de marzo de 2023
Está en estado de gracia o es que es así de genial en todo cuanto toca. O acaso las dos cosas. Sus tres últimas semanas en televisión lo demuestra, primero con Maruja Torres, sobre lo que escribí en su día y que tanto nos emocionó por lo que logró sacar a la gran periodista y escritora; posteriormente el programa con Juan Carlos Unzúe, tocó la perfección para ejemplo de quienes se dedican a meterse en el lodo, olvidando lo esencial del ser humano, creando un ambiente y una actitud de enorme empatía ante el personaje central con el que se atreviera, y cayera bien, a preguntar, a alguien que tiene el tiempo contado, por la eutanasia y cómo se figura su funeral. Maravilla de programa, todo eran lecciones desde el inicio, impecable, la entrevista a su mujer, quien reivindicara ser por encima de todo mujer y no solo cuidadora, porque él también la cuida a ella.
Y ahora, este domingo vuelve a tocar los altos cielos del buen hacer y mejor estar con una de nuestras grandes cantantes del folclore español y las sevillanas, en particular: María del Monte, quien reconoce que es folclórica, atípica, y lo es, que derrocha buena voz, mucha alegría, que contagia, libre, inteligente, de una personalidad excepcional, buena gente…, aspectos, que siempre advertí en ella y no me era indiferente como tantas otras de su cuerda y timbre. A la sombra de esta mujer se aprende a ser libre entre otras muchas cosas, y hasta de su vida privada, que a nadie importa, con quién va, viene y se lo monta. ¡Cuándo aprenderemos a respetar hasta llegar al fondo sin necesidad de inmiscuirnos en la vida de los otros que es mucho más que lugar sagrado.
Da gusto ver cómo Jordi Ébole se enfrenta a cada personaje con un instinto periodístico sabio como el que más, propio de gran profesional y con un talante humano cargado de empatía en ocasiones o el juicio necesario para poder descubrir la verdad. Aunque, en momentos, daba la sensación de que era ella la que conducía la entrevista, pues domina el medio televisivo, y cuidado que Ébole tiene tablas.
La cantante hace una reflexión sobre el colectivo LGTBIQ, e incluso sobre su "salida del armario": “La llave de esa puerta la abro yo y se la abro a quien quiero”. También quiso señalar que lo del secretismo sobre su orientación sexual no es tal, porque “mi círculo íntimo siempre ha conocido mi sexualidad", y bromea diciendo que ella se escondía solo para fumar. Recuerda que “los más mayores han vivido una época en la que ser homosexual era motivo para que te exterminaran”. Además reconoce que la situación ha cambiado y "poquito a poco se van quitando nudos, y hay que seguir abriendo camino para que amar no sea pecado", termina tajante: "Porque no lo es". ¡Cómo va a ser pecado, santo cielo!, dice a plomo ya una inmensa mayoría.
Recuerda, para terminar, en la entrevista, lo que su familia sufrió durante la pandemia: la muerte de seres queridos sin poder decirles adiós y coger sus manos. “Eso sí que sólo lo sabe quien lo ha tenido que padecer, como un tsunami". En 14 meses se murieron sus dos hermanos y su madre de la que cuidó los últimos años de su vida, sosteniendo que “qué menos, cuando ellos han sido nuestros cuidadores”. Mantiene una defensa inquebrantable de la familia antes y en la actualidad, con su pareja y desde ahí se siente luchadora por la normalidad.
María del Monte, gracias, por ser como eres, y gracias, Ébole, por esos regalos impagables.
https://youtu.be/x4uT4isefrU MARIA DEL MONTE "CÁNTAME"
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