domingo, 8 de enero de 2023

COMO CUATRO CHIQUILLAS

 


Si alguien mira esta imagen con mal yogur e insana envidia es seguro que piense y hasta diga que qué adefesios, y que si no les dará vergüenza, además de otras ordinarieces por el estilo, pero uno que, por ahora, no tiene mal yogur y mucho menos envidia de que alguien se lo esté pasando bomba, tenga la edad que tenga, y no forzosamente los 16 abriles, para echarle un pulso a la vida y lo que venga. El caballero de la gabardina, estirado él, como su prenda de abrigo, y encorbatado, tiene el entrecejo un tanto avinagrado, no dando por visto lo que tiene delante de su mirada obtusa y no se cree lo que está viendo, será que tiene la mirada corta y el espíritu poco dado a la empatía, mientras que la jovencita, a la que no se le ve la cara, es seguro que está deseando subirse con ellas en el caso de que le ajunten.
Es un canto a la vida, a la risa, a la amistad compartida en buena lid, y en el fondo recrear y revivir aquellos años de la niñez y la adolescencia en los que una viga servía para pasar la tarde entre juegos, risas y carcajadas sanísimas. Y es lo que están haciendo, viviendo y recreando sin hacer caso a las miradas estrechas de las gabardinas y corbatas impertinentes y sin importarles lo que pueda pensar, decir y comentar el lucero del alba.
Yo me quedo un rato viéndolas contemplando la belleza de la tarde con esta escena impagable y observando a cuatro viejas-jóvenes por un día, que se lo están pasando en grande. Y me hace bien, me alegra el día y me llega un cosquilleo fino de tenue gasa de envidia entre los entresijos del alma.
Se bajarán, se irán riendo durante todo el camino y, mientras hacen la cena, solas en su casa, seguirán riéndose imaginando a las otras hacer lo mismo y, ya en la cama, tardarán las cuatro en dormirse porque la risa no termina de marcharse, hasta que el sueño feliz cierre sus ojos con toda la amabilidad del buen sueño cuando encuentra las conciencias la mar de tranquilas y con ganas de disfrutar de las pequeñas cosas a estas alturas de la vida.
Nota no tan al margen: Como quiera que con este artículo inicio un nuevo Cuaderno, el Nº XVIII, podría servir de prólogo acorde con la dinámica de ida y vuelta que quiero llevar a cabo. Que es el viaje que están haciendo estas cuatro mujeres: una vuelta a la mejor infancia y a lo mejor de sí mismas desde los muchos años. Aunque los Reyes Magos, hace unos días, solo les hayan traído una viga para el columpio.
https://youtu.be/l7cX1unEk3I Acetre - As Pontes. Para esas cuatro mujeres, a ver si les gusta.
https://youtu.be/OPqvBOEaktQ Acetre. Senhora do Almortâo + Gamusinos. (Directo) Y de paso, esta otra.

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