domingo, 13 de noviembre de 2022

UN MITO Y UNA MADRE

 



No pudiendo tener hijos, llegó a tener 12, doce huérfanos de la segunda guerra mundial de diversos orígenes a quienes denominó la tribu del arco iris. Fue una gran artista, bailarina, cantante y actriz francesa de origen afroamericano, considerada la primera vedette y estrella internacional. Se convirtió en un icono musical. Fue espía francesa contra la Alemania nazi y activista por los derechos de las personas negras. Nació en Estados Unidos el 3 de junio de 1906 y murió en París el 12 de abril de 1975). Esta podría ser la ficha típica-tópica aséptica, pero no tanto, porque ya la sola ficha da señales de ser un ser especial: Joséphine Baker.
Es actualidad de nuevo porque uno de sus hijos, Jean Claude, ha sido el promotor de una biografía ilustrada. El comic ha sido dibujado por Catel Muller y el guión se debe a José-Louis Bocquet, y se ha utilizado ese género para llegar a los jóvenes, con la idea de que conozcan a esta mujer que, en su día, fue una celebridad. Y deben conocerla para admirarla porque contribuyó a que el mundo fuera más habitable, gozoso, bello y solidario.
El 30 de noviembre de 2021 esta mujer entró en el panteón de Francia porque, siendo como era del Estado de Misuri, Francia le ofreció lo que los Estados Unidos la negó: ser una ciudadana más. “Francia me ha hecho ser lo que soy y puede pedirme lo que quiera”, había dicho. Y uno de sus hijos, Jean Claude Buillon-Baker, ha dicho que al llegar a París, “sale del infierno para entrar en el paraíso y que fue una mujer embriagada por su agradecimiento infinito a la patria que la acogió”. A su paso por Madrid para promocionar la novela gráfica a la pregunta: ¿Cómo era Joséphine como madre?, responde: “Muy cariñosa. Adoraba a los niños y a los animales. Tenía un amor inconmensurable que dar porque no podía tener hijos propios. A veces podía tener algún gesto severo porque temía que, al hacernos mayores, ya no nos tratáramos como hermanos. Su pesadilla era esa, que no viviéramos esa utopía de la fraternidad innata de los seres humanos que ella ideó juntándonos a todos”. Y destaca el momento en el que comprendió que era una artista. “Tenía nueve años y estaba internado en una escuela en Suiza, a más de mil kilómetros de mi casa, y era infeliz allí. Así que decidí cometer una trastada voluntariamente para que me echaran, porque sabía que mi madre estaba en ese momento de gira por Zúrich. Robé una barrita de chocolate del armario de mi compañero. Estuve todo el día angustiado sin saber cómo reaccionaría. Al final la vi llegar al hotel, rodeada de una nube de periodistas. Me vio, me cogió en sus brazos y ya nunca más hablamos de ello”. Fue con ella al teatro y cuando apareció en el escenario vi cómo el público la ovacionaba, la adoraban, la admiraban y me dije: “Ahora entiendo quién es mi madre”.
Joséphine Baker, una inmensa artista, una gran mujer, un ejemplo de madre solidaria.
https://youtu.be/k33sINjn9o0 Aretha Franklin "Nessun Dorma" LIVE 1998

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