jueves, 11 de agosto de 2022

NO TODAS LAS MIRADAS SON IGUALES

 



Ante un trozo tosco de mármol o de piedra, como ante una estatua mutilada, podemos pasar de largo, sin más, pero un escultor, pongamos que Miguel Ángel, ante ese mismo trozo inanimado, amorfo, intuye y ve con claridad, La Piedad, El David o el mismo Moisés, y se pone a trabajar y a plasmar la idea que tiene en la cabeza desechando todo lo que le sobra, y José Hierro a poner una palabra detrás de otra con mucho arte, oficio y duende hasta dar con un maravilloso poema: “Estatua mutilada”. La diferencia de esas dos miradas y las de los que pasamos sin enterarnos de nada o muy poco es abismal, de la nada a unas obras magistrales.
Eso mismo nos sucede con las personas, la gente, que pasa a nuestro lado y, a veces, hasta los familiares con los que convivimos años y años, que podríamos adentrarnos de lleno en sus vidas, con respeto, claro está, interesarnos, vernos como en un espejo a nosotros mismos, contemplándolos, queriéndolos, dejando huella en ellos y la de ellos que penetre en nosotros.
Hagámonos una pregunta al vuelo: ¿Pasamos como el artista, deteniéndonos, modelando sus contornos, afinando, por ejemplo, su sensibilidad, valorando la densidad de su personalidad, o pasamos sin pena ni gloria en sus vidas, en sus biografías?
¿“La vida de la gente, dice la escritora canadiense, Alice Munro, es suficientemente interesante si tú consigues captarla tal cual es, monótona, sencilla, increíble, insondable”.
Sí, la vida de la gente es interesante, cada persona tiene en sí misma un gran interés, la lástima es que podemos pasar a su lado y ver solo como si se tratara de trozo de piedra o de mármol, o la inmensa suerte y sabiduría de ver más aún que una obra de arte digna de ser admirada y querida.
Alice Munro, como gran escritora que es, “nuestra Chéjov” la llaman en su país, saca a pasear en todos sus relatos a gente anónima, sin brillo social alguno, lo que demuestra ser una mujer perspicaz y una escritora que de la sencillez hace aflorar vidas y pensamientos profundos de enorme lucidez. Baste este solo ejemplo: “Cuando un hombre sale de una habitación, se lo deja todo en ella... Cuando sale una mujer, se lleva todo lo que ha ocurrido allí!”. Hay diferencia, ¿verdad? Si leemos deprisa, o vamos por la calle a lo nuestro solamente, no nos enteramos mucho, pero si saboreamos lo que leemos y paseamos mirando las cosas y las casas, los pueblos y las ciudades como si fuera la primera vez, es seguro que nos da tiempo a valorar y admirar las perlas que nos salen al encuentro y el resultado formidable de la nueva mirada.
https://youtu.be/n0xzyhoeu1Y Judy Collins & Pete Seeger - Turn! Turn! Turn!

No hay comentarios: