- Qué estupendo sería que los estadounidenses se dieran cuenta de que ir armados hasta los dientes lleva a algunos a cometer, con 18 años, asesinatos escalofriantes, en una escuela infantil, 19 niños y niñas más dos maestras, y decidieran dar marcha atrás, pero tristemente, ay, eso no lo verán tus ojos. Son incapaces de renunciar al juego macabro de la muerte, a fuer de decir que buscan la seguridad. Claro está, más armas para una industria mortífera floreciente, y que los profesores vayan bien armados..., no se les ocurre nada mejor. Aleluya, aleluya.
- Qué maravillosos sería que los talibanes de Afganistán cumplieran su promesa de ser más tolerantes, pero llevan tanta toxicidad en sus almas que ya olvidaron la promesa y de nuevo obligan a las mujeres a ir con el burka de por vida... y etc, etc. Esperar a que cambien por arte de birlibirloque es estar en Las Batuecas. No lo verán tus ojos, ni los míos, mientras ellos sigan en el poder. Mundo, mundo, no mires para otro lado.
- Qué grandeza de miras sería entender la política como ya nos enseñaron los griegos: como el gobierno de la polis, de la sociedad desde los parámetros del diálogo, el respeto mutuo, la concordia, la tolerancia, la sabiduría de los pactos y acuerdos, sin ver al otro como rival y enemigo a derrotar y, si posible fuera, extinguir, perol tal y como van las cosas, tal y como van la rabia, la altisonancia, el ruido y la farsa de muchos de nuestros políticos, un atisbo de volver a algunos de los buenos años de nuestra historia se me antoja como un sueño de ilusos sin fundamento en la realidad. Pero ¡ojo! si no encuentras lo mejor, busca y vota lo menos malo, algo es algo.
- Qué cambio sideral en la historia de los pueblos significaría que en tiempos de pandemias, crisis y guerras, los grandes de la economía y las finanzas y dueños de las materias primas dejaran de enriquecerse a lo bestia y subnormal, a lo salvaje e inhumano, si prefieres, porque nadie de esta galaxia en la que viven y trafican ellos puede entender que su egolatría y avaricia a espuertas cruce todos los límites de la desvergüenza y les lleven a cometer todas las tropelías sin límites a las puertas de quienes no llegan a final de mes ningún mes.¡Hartazgo de mundo!
- Y puestos: ¿hasta cuándo el ser humano podrá aguantar a personajes como Putin con su escalada de terror y destrucción, o a Donald Trump, ojo, que vuelve con todos los suyos de allá y de acá, o las actitudes macarras y circenses de Macarena Olona, o los silencios atronadores de muchos políticos cuando les preguntan lo elemental, y no saben-no contestan, dan las gracias al viento y miran para otro lado con tal de no mojarse?
- ...
Y aun así las cosas..., si había esperanza para muchos en los campos de concentración, ¿cómo perderla totalmente, junto al coraje de resistir, cuando hemos sido capaces de alcanzar cotas tan altas de humanismo y progreso en tiempos de paz? Dice el famoso cocinero, José Andrés, que a quienes da de comer en Ucrania mirando a sus ojos: “Es gente que podría estar muy cabreada y no pierden su fe en el futuro ni en el prójimo”. ¡Cómo ser menos, sí, a pesar de todo! Y, a pesar de todo ¡cómo seguir con ganas de apearse de este tren, tantas veces, infernal, sucio y destartalado, y otras tantas limpio como los chorros del oro y esplendoroso! Será mejor no apearse.
https://youtu.be/OFfYGoVstgc Pachelbel Canon en Re Mayor-RTVE (Adrian leaper)
No hay comentarios:
Publicar un comentario