jueves, 12 de mayo de 2022

LO GRANDE Y LO PEQUEÑO

 


Emociona y fascina la grandeza de un árbol, la inmensidad del océano, la infinitud del cosmos, y conmueve y fascina la margarita tratando de abrirse paso en el asfalto y una ardilla trepando por los pinos.
Lo grande y lo pequeño. Lo grande para expandirse en ello, lo pequeño, que es hermoso, como nos dijo un sabio un día, E. F. Schumacher, para más señas, lo más apto para la caricia y permitir que el corazón se conmueva.
El árbol de la imagen en Oaxaca, México, es el árbol con el diámetro de tronco más grande del mundo. Su circunferencia alcanza casi 60 metros y tiene una altura de 42 metros. Su edad aproximada es de 2000 años. ¡Cómo no extasiarse ante él, y admirarlo, como asimismo admirar la grandeza de algunos seres del planeta, sentir tu pequeñez ante las cataratas del Niágara, por poner un solo ejemplo, y si tienes ganas de hacer pis ante ellas, sentir lo diminuto y ridículo cuando te crees algo más de lo que eres!
Lo grande que nos coloca en el lugar exacto de nuestra pequeñez y en el espacio que nunca debimos abandonar, como cuando niños los padres eran más que gigantes, casi dioses, y nosotros niños inermes, pero de su mano en los dominios de la mayor de las seguridades.
Lo pequeño que saca de nosotros nuestro mejor yo, la vida como un juego y la magia y la fuerza de la amistad y la medida exacta de nuestro yo siempre frágil, siempre a merced del viento y necesitado de ternura.
En lo grande admiramos a quienes de verdad han pasado a nuestro lado siéndolo y les debemos el mayor de los respetos, el más acendrado de los agradecimientos.
En lo pequeño nos medirnos desde nuestra más absoluta desnudez, lejos de toda quimera, fatuidad, soberbia desatada, poderes absolutos y dinero al por mayor que en verdad-en verdad no dejan de ser más que chatarra almacenada desde la avaricia cuyo fin no es otro que el estercolero y la ceniza.
Grande ya entre los grandes, Carlos Alcaraz, y más que grande, inmenso, y a la vez niño y poco más que adolescente, que ha entendido el tenis como los más sabios de cada lugar, como un juego, para disfrutar, pero trabajado con “cabeza, corazón, y dos cojones” como le enseñó su abuelo. Grande y chico, inmenso y diminuto, grande desde la humildad de lo pequeño, pero que se la juega a los más grandes y les gana. Fue un lujo verle jugar y ganar a Nadal, a Djokovic y Zverev.
Y el más grande de toda Iberdrola junta, su presidente, el Sr, Galán ¡qué ser más diminuto! nos regaló recientemente la mayor imbecilidad y barbaridad perdiendo todos los modales y uno más, llamando tontos a 10 millones de clientes, y cuando pidió perdón la enmierdó más. Y un último puyazo: ¿Sabías que gana mil veces más que cualquiera de sus empleados? ¿Cómo te quedas?
https://youtu.be/VbTFJHFxtik N. Paganini "Venice Carnival" Anastasia Tyurina (10y.o.) and Evgeniy Volchkov

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