domingo, 8 de mayo de 2022

IMPORTA CULTIVAR LAS MIRADAS

 



Exacto. Lo bonito no son los ojos, son las miradas. Los ojos, en sí, apenas tienen vida, si no les acompañan las miradas, son estas las que los hacen tiernos, luminosos, perspicaces, cálidos, penetrantes, ojos de lince, crueles, dañinos, con ganas de querer y ser queridos y un sin fin de modalidades y variantes que son las que los dan la vida de la que ellos carecen en gran medida.
“Las estrellas para quien las trabaja”, es el título de una antología poética y de un recital, a la vez, de Juan Carlos Mestre, el poeta del Bierzo. Podría decirse lo mismo de los ojos: están ahí quietos, como las estrellas, pero hay que cultivarlos, transmitirles fuego, pasión, calidez, frío, indiferencia, distanciamiento, compañía, tensión, coraje, para que digan y transmitan todo aquello que la mente y el corazón están capacitados para darles vida y hasta color.
Y así son las miradas, las que, bien trabajadas, hacen más bello el mundo que nos rodea o más agresivo, si se las deja a su suerte, y están esperando la mano amiga que las predisponga al canto, la celebración, la hermosa armonía, al fuego que calienta, distrae, emociona y aviva el temperamento hasta las últimas y más íntimas médulas.
No nos engañemos, nada se nos da, o apenas, todo es fruto o debe serlo de nuestro afán, nuestro esfuerzo, nuestro trabajo. Nacemos con posibilidades mil, pero nada son si no se las riega, se les quitan la malas hierbas, se las abona, se las endereza, se las mima, se las trabaja. Las miradas debe ser cultivadas, como la mente y los sentimientos, las emociones y las pasiones, y en ellas es importante y decisivo poner todo lo mejor que tenemos y somos para que los ojos digan todo lo que pueden decir, contar, cantar y enamorar, y así hasta que estén rodeadas de arrugas.
Puedes dedicarle mañanas enteras para que los ojos estén más bellos, pero de poco sirven si no le dedicas mucho más tiempo al cultivo de las miradas. Son estas las que embellecen de verdad tu rostro, las que inundan de luz tu vida y la de los otros, las que mejoran el paso de los humanos y las bestias por este mundo.
Las miradas tensan el pensamiento, avivan la conciencia, escudriñan los entresijos más recónditos, arrullan los sentimientos, acarician, besan, levantan los ánimos apagados, recorren la piel de los otros como una caricia, un bálsamo, una leve brisa que atempera el alma. “Dos personas que se miran a los ojos no ven sus ojos sino sus miradas” decía el famoso cineasta francés, Robert Bresson, que sabía un rato sobre el lenguaje de las miradas de sus actores y actrices.
Pues eso, que lo bonito no son los ojos, lo hermoso en verdad son las miradas que están para ser trabajadas y cultivadas, para tenerlas activadas y ponerlas al servicio de las mejores causas.
https://youtu.be/cdSFTp3KBUk Juliette Binoche - Et Si Tu N'existais Pas. No te pierdas ni su mirada ni sus sonrisas. Alegran la vida.

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