A los horrores de la guerra de Ucrania, que son descomunales, crímenes de guerra de las manos y el cerebro de un tirano, ¿genocidio?, pues también: destrucción, muerte, devastación y horror por todas las ciudades y pueblos. No queda nada por analizar y ver en estos dos largos meses y lo que seguirá ¿para llegar a la destrucción total de Ucrania?, ¿para terminar en una terrible tercera guerra mundial?, nada se debe descartar, el tirano, si lo ve difícil, y lo está viendo ya complicado, pudiera dar al botón nuclear, nada inverosímil. “¿Usará Vladímir Putin su arsenal atómico? Hay buenas razones para pensar que no. Pero también hay buenas razones para pensar que sí. Y eso es extremadamente alarmante”, escribe hoy el periodista Enric González en su columna. Pero a todo esto hay que añadir algo más terrible, si cabe, las violaciones a mujeres, incluidas adolescentes y jóvenes de la forma más despiadada y atroz. Y ha tenido que venir una mujer, “mujer tenía que ser” como diría Sandra Sabatés, a contárnoslo: Liudmila Denisova, Defensora del Pueblo de Ucrania a EL PAÍS del viernes 29 de abril. Y nos lo ha contado de forma pormenorizada. Cederle la palabra es lo obligado para poder contemplar mejor el museo de los horrores y de las formas de aquí y de allá del hombre valiente, y energúmeno macabro, esta vez los rusos, sobre la mujer indefensa:
“Entre el 1 y el 14 de abril, la centralita recibió 400 llamadas con relatos de violaciones, una vez que las fuerzas rusas se replegaron y centraron su ofensiva en el sur y el este de Ucrania, asegura. Quizás sea el doble o el triple”.
“Una de las cosas que la mayoría suele decir es: ‘Os violaremos hasta que no sintáis deseo hacia ningún otro hombre, hasta que no sintáis deseo de dar a luz nuevos ucranios. Y es en grandes grupos. Y cruel, no para matar el deseo. También por el alcohol. Normalmente, están borrachos cuando lo hacen”, apunta.
Otro soldado violó a una mujer durante varios días y al final le dijo: “Me he enamorado de ti. Quiero que te vengas conmigo a Rusia. Ella respondió con la excusa de que no podía porque su madre estaba muy mayor y tenía que cuidar de ella. Así que el soldado mató a la madre”, prosigue.
Una adolescente de 14 años violada por cinco militares frente a la madre. “No quisieron contar la historia ni compartirla con nadie. Solamente llamaron a la centralita cuando descubrieron que estaba embarazada y el médico les impedía abortar”.
Otro soldado violó a una mujer durante varios días y al final le dijo: “Me he enamorado de ti. Quiero que te vengas conmigo a Rusia”, apunta. “Ella respondió con la excusa de que no podía porque su madre estaba muy mayor y tenía que cuidar de ella. Así que el soldado mató a la madre”.
Denisova habla también de actos de particular crueldad. Como el de los tres militares rusos que obligaron a una ucrania de 25 años a ver cómo violaban durante unas diez horas a su hermana seis años menor. “Ella les pedía: ‘por favor, parad, hacédmelo a mí, no a ella’. No quisieron: solo la sujetaban y le decían: ‘Vamos a hacerle esto a todas y cada una de las putas nazis ucranias”.
Y más y más y más...
Creíamos que ya teníamos bastante con las dos guerras mundiales, las atrocidades finales del siglo XX y comienzos del XXI, en distintos países en la memoria de todos, y no ha sido suficiente, los tiranos y asesinos vuelan bajo y los tenemos de vecinos. ¿Podremos cuidarnos de ellos? Y todavía hay quienes les ríen las gracias y se ponen de su lado o simplemente pasan de largo. Todavía.
https://youtu.be/0bec-8vaKvA Camille Thomas – Donizetti: L'elisir d'amore: Una furtiva lágrima.
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