jueves, 28 de abril de 2022

QUÉ BUENO SERÍA, QUÉ BUENO ES

 



Qué bueno sería seguir siendo niño, continuar con la misma curiosidad de la niñez que quiere destriparlo todo para indagar y descubrir sus entresijos, y verlo todo recién-oliendo a nuevo y a punto de ser estrenado. Nueva la vida, nuevo cada despertar y vírgenes todos los caminos que conducen a tener más sueños.
Qué bueno es haber llegado a la madurez madura, y estar caminando aún, con muchas canas y no pocos años, aprendiendo todavía de quienes saben más y hasta de quienes casi no saben nada; de su misma lucidez, sin darse importancia, de su serenidad sin inmutarse ni alterarse por casi nada del mundo que cambia a la velocidad de vértigo, por continuar sacando lo mejor de cada momento, sosteniendo con firmeza que aún hay tiempo y no se ha puesto el punto final a prácticamente nada y seguir empujando la vida hacia adelante. Y todo sin prisas, porque para qué querer llegar tan pronto a las cosas, cuando lo que importa es poder continuar sin apenas pausas, que la vida es breve, y cuando se enfrían en exceso las neuronas tardan después en coger el ritmo necesario de la jugada que sigue y sigue hacia arriba felizmente.
Qué bueno es dejar que el niño que llevamos dentro saque pecho, levante la voz, hable y diga su parecer y sus deseos, y siga transmitiendo su frescura y sus ansias de vivir sin ni siquiera pensar en ello, como el potro que corre por la pradera por el solo placer de correr por la pradera.
Qué bueno sería, habiendo cumplido muchos años, no tener prisa ya para casi nada y no pararse más que para contemplar la vida y seguir contándolo, querer que no se apague la candela, que todavía alumbra y da calor y lleva fuego por dentro y lo enciende hacia fuera cuando es preciso.
Qué bueno estar siendo en un presente continuo, dominándolo, porque somos dueños de nosotros mismos y vamos hacia las cosas limpios de polvo y paja, dando cada puntada con fino hilo, rematando tareas y pequeñas obligaciones que nos imponemos con desparpajo, descubriendo los últimos placeres del atardecer que no dejan de ser bellísimos, algunos, sabiendo dar paso, elegantemente, a la gente que viene detrás, pero sin seguir dando lo mejor de uno mismo hasta el último instante.
Qué bueno sería... Qué bueno es... Qué bueno estar siendo...
Puedes seguir conjugándolo a tu antojo...
https://youtu.be/7gbzHZGAzns CARLOS CANO "LUNA DE ABRIL".

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