Llevada por la curiosidad y su instinto más afinado quizá entró para ver en las sombras algo de luz, buscar algún extraño alimento, recorrer todo el espacio dominándolo y pulsar el miedo al no encontrar fácilmente la salida y volar en su no lugar desorientándose con los nervios en las puntas de las alas.
Sucede que nos metemos en callejones, movidos igualmente por el instinto, la curiosidad, la razón más depurada o los sueños que nos sobresaltan por lo extraño y su mundo fantasmagórico. Y queremos salir, nadie ha nacido para vivir entre rejas o entre sombras, y por eso, como la paloma de marras queremos salir a la luz, a la vida normal, a ser uno mismo abriéndose caminos que en la cárcel no los hay, y no digamos en la guerra, pues todo resulta ser muros infranqueables, puertas y ventanas cerradas con mil cerrojos y gruesas rejas.
Pero logra salir y vuelve a sentir el mejor latido de la sangre y la pulsión que da vigor a las alas gozándose de la luz, el aire que se hace viento veloz, la libertad de tener a su disposición el vuelo más personal y libre, más parecido a las carreras de los niños en el recreo. Porque..., qué sería de la escuela sin el recreo, de las aves sin el vuelo, de nosotros sin poder salir de las prisiones reales o imaginarias, de la guerra y sus atrocidades, de las pandemias con el reguero de muerte y miedo que llevan consigo, de la vida sin riesgo, sin sueños, sin acicates, sin vuelo al más alto de los cielos y al más profundo de los pensamientos, sin una mano amiga, sin un amor arrebatador, sin alguna pasión que llevarse a la boca, sin un buen Ribera en compañía, sin la vida como juego, fuego, entretenimiento, compromiso, sin una ventana siempre abierta para salir a tomar el aire de la calle y de la vida, a dejar que te mimen y tú mismo cuidar de los otros, de alguien, al menos, y mimarle.
Ha salido de las sombras, de un lugar para no quedarse ni un solo instante, porque huele a rancio, a polvo disecado, a cerrado y sacristía, a hollín, humedad y muerte..., y ha hecho bien, como nosotros cuando a nuestro alrededor huele a lo mismo. Salir al aire, a la vida en libertad, al respeto al otro sea quien sea y piense como piense, luchando por la paz, la no violencia, dejando que cada cual vuele a su aire, a su gusto...
- Chaval, que no toleras que el otro sea distinto y se lo monte a su bola: sal de las sombras, déjate guiar por tus padres, si son como deben ser, responsables, majos y buena gente, vete cuanto antes al psicólogo o al psiquiatra para que te den algunas lecciones de tolerancia y convivencia en armonía, cuando te da por apalear a lesbianas, homosexuales, trans..., y puedas dejar de ser un energúmeno y un asesino en ciernes. Y no te dejes llevar por la estupidez, la brutalidad, la sangre alborotada a lo imbécil y el troglodita que llevas dentro.
- https://youtu.be/go8ATzMOrcM El Secreto De La Vida - JUAN VALDERRAMA & LUIS PASTOR
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