“El próximo viernes no podré estar fiel a la cita con mi artículo. Volveré el lunes. Saludos cordiales”. Esto dije en este rinconcillo hace unos días, y dije la verdad, ninguna mentira, pero una verdad chiquita, que hay otras verdades más sonoras y rotundas, puras, duras y hasta insoportables, porque todo no importa siempre y lanzarlo al viento, menos, y menos una que puede ser triste noticia que, comparado con lo que está cayendo en Ucrania o en otros lugares, te da vergüenza añadir asuntos de menor importancia como tus leves sucesos cotidianos.
Y no podía estar fiel a la cita porque un día antes, cuando yo suelo subir el segundo artículo de la semana, debía ingresar en el Hospital el jueves días 7 de abril, para una operación de un minúsculo tumor, pero tumor, en la vejiga, delicado lugar, y el Viernes de Dolores comienzan los dolores punzantes de rabiosos espasmos, que se iban pasando, pero volvían el Sábado de Pasión y el Domingo de Ramos, y yo iba leyendo comentarios graciosos en Facebook: “buen viaje”, que tuvo resonancia, porque enseguida vendrían otros similares: “disfruta”, “buenas vacaciones”, “te esperaré el lunes”... y muchos “me gusta” y un “ me encanta”... y me reía por dentro y casi por fuera, diciéndome al oído: si supieran..., y a la llamada de una alumna interesándose por cosas del taller, para qué decirle que estaba en la cama, y contarle la verdad pura, linda y lironda, esperando que me llamaran para la intervención quirúrgica..., y como os admiro y quiero me permitía reírme a vuestra costa. La vida: unos pensando en tus disfrutes y tú a punto de entrar en un extraño pasadizo.
¿Cómo fue todo?, la operación perfecta, sin dolor alguno, exceptuando los pinchazos de la anestesia local en la espalda, aunque fue tan amable la joven doctora que se lo agradecí, porque me hizo el menor daño posible. Pero llegará la primera noche toledana y la segunda y la tercera, con los espasmos engañosos, quisieras retener el pis, porque crees que se va a inundar la cama, y falla el subconsciente, la orina se va río abajo por la sonda y las sábanas quedan impolutas y secas como estaban. Quien lo probó lo sabe. Poco agradable con segundos intermitentes de fuertes dolores y con largos momentos relajados. Y a esperar a que el bicho dé la cara y, tanto si es benigno como si, sobre todo, es maligno, que se hunda en la miseria y en el olvido y no germine más en mi territorio más predilecto, mi cuerpo unido inseparablemente a mi alma que son uña y carne: yo. Y llega el día de la liberación, el lunes santo me quitan la sonda, y el enfermero, buen profesional, me da señales de aviso: “si en 5 o 6 horas no haces pis, hay que ir a Urgencias”. No ha lugar, porque a partir de la hora otro calvario, cada 10 minutos al baño entre dolores malditos como cuchillos y malditos escozores, así el día y la noche cada hora. Y así hasta llegar al Viernes Santo, tras sufrir algunas complicaciones, sondas y más sondas, con los dolores y correspondientes escozores de largo alcance. Hasta que el Sábado de Gloria atisbo un más claro horizonte y sale el sol en mi calvario. Ya me lo dijo la uróloga, que tuvo que deshacer algún entuerto, al decirle que desde el Viernes de Dolores hasta al Viernes Santo estaba viviendo días de demasiada pasión: “Te llegará el Domingo de Resurrección”, dando alas y alegría a mi vida entera. Y acertó.
Pero insisto, me da vergüenza dedicar más tiempo a ello, al constatar que soy mimado por los todos dioses y alguno más, si lo hubiere, en comparación con los vivos que pululan desorientados pos los caminos de Ucrania y los muertos tendidos como perros y objetos de deshecho en las calles dantescas producto del terror, la crueldad, la sinrazón y la falta de todo humanismo. Esa sí es tragedia, con un final terrorífico anunciado: “El exterminio total”.
No, no os mentí como un bellaco. Os di juna porción de mi verdad y, como al final todo se termina sabiendo, he aclarado el asunto para informar y poner las cosas en su debido sitio.
Gracias por seguir ahí y aquí. Yo, por ahora, continúo.
https://youtu.be/wcBplbfXgSY Shania Twain - Dance With The One That Brought You.
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