16 de marzo
• Si te pones así, de esa manera, ¿cómo va a haber bicicleta, coche, tren, avión..., que no se detenga y te suban al manillar o al mejor de los asientos? Y solo por contemplar de cerca esa melena que juega feliz con el viento, esa cintura de mimbre a punto de bailar el mejor tango, esas piernas de basalto hechas para las mejores columnas de una catedral laica y esa maleta que lleva con ese aire... ay, ¿qué guardará en esa maleta?
• Hay que cuidarse de las frases hechas, de los refranes, no digamos, al menos muchos de ellos, las aseveraciones ex cátedra, los argumentos ad hominem, los lugares comunes, los dichos mil veces repetidos como axiomas, dogmas, grandes verdades, etc, etc. Ello viene a cuento por este principio que nadie, que yo sepa, ha puesto en duda: “Todos los caminos llegan a Roma”, al que el gran novelista Rafael Chirbes, en sus diarios, dice que “es una gran mentira y lo argumenta: Cada camino te lleva a un sitio diferente” y me convence del todo. Nada que añadir.
Es curioso, estuve a punto de dejar de leer sus “Diarios”, libro póstumo, porque no soportaba tanta borrachera, tanto sexo, tanto alcohol, y me dio rabia de solo pensar lo que me hubiera perdido si no hubiera leído las siguientes espléndidas 200 páginas, de un nivel literario excelso, dándome pena de que no se alargara más. Curiosamente, cuando solo tenía 55 años, creía que era su final en todo, en pérdidas de memoria, sintiéndose viejo y al final, sin apenas alicientes, faltándole tanto las ganas de escribir como de vivir, estaba a punto, en los diez años que le quedaban de vida, de darnos quizá sus dos mejores novelas “Crematorio” y ”En la orilla”, de las más importantes de los últimos 50 años de la literatura española. Grande entre los más grandes.
18 de marzo
Una vez más vemos en casa “Mi vida sin mí”, de Isabel Coixet, fantástica, emocionante, emotiva hasta las lágrimas, humanísima, en los límites de la vida y la muerte, una lección de amor a la vida y de despedida con entereza. Increíblemente bella. ¡Cómo me seduce y me convence esta directora!
Toda la película, en todas y cada una de las escenas, está rodada en estado de gracia. Cuánta belleza, cuanto sentimiento, sin sensiblería. Cada acto de presencia de la protagonista es de sobresaliente, como magistral la actuación total de la actriz Sarah Polley. Quien defiende a capa y espada la pérdida de valores de esta sociedad, viendo esta obra, cambiaría de opinión, hay valores en sumo grado en grandes cantidades. El amor de la pareja, la infidelidad, que hasta el Papa de Roma bendeciría, porque ¿cómo negar probar otros amores antes de morir, cuando te han dado dos meses de vida? Y qué grande la autenticidad, el desprendimiento, la generosidad hasta límites insospechados, la felicidad en la mayor austeridad y desnudez más precaria, el encuentro de ella con el padre en la cárcel, prodigioso, la figura de la vecina, papel minúsculo que borda Leonor Watling, el protagonismo de las niñas en su punto más fresco y espontáneo..., y la dedicación y total entrega de la madre, Sarah Polley, sublime en todo momento, la figura impagable del médico y las grabaciones, varias docenas de cassettes que no tienen desperdicio habiendo oído unas pruebas de una emoción y una sensibilidad incontestables, y estar pendientes de todos los detalles de la vida sin mí, “de mi vida sin mí” y que cierra el círculo del secreto mejor guardado rayando en el heroísmo. Gracias, Isabel Coixet.
https://youtu.be/5_lHARqkibM J. S. Bach - Orchestral Suite No. 2 BWV 1067 (Solo dura 19 minutos. Déjalo todo, si puedes, para dejarte asombrar por esta prodigiosa melodía, pero no como música de fondo, sino para concentrarte en ella)
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