Es bien conocida la frase usada por Franco para referirse a la política: “Hagan como yo, no se metan en política", con la que el dictador zanjaba cuando discutían sus ministros y se ponían tensos, y la utilizaba también cuando hablaba con algún escritor de su cuerda. Era su estilo, era su forma de ver la vida y lo que tenía entre manos. Y miedo me dan cuando oigo: yo es que paso de la política, y no me puedo callar, porque aprendí de bien joven el pensamiento y consejo del grande, sabio y poeta don Antonio Machado: «Haced política, porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros y probablemente contra vosotros».
«La política, señores –seguía diciendo en boca de Mairena- es una actividad importantísima. Yo nunca os aconsejaré el apoliticismo, sino, en último término, el desdeño de la política mala que hacen los trepadores y cucañistas, sin otro propósito que el de obtener ganancia y colocar parientes».
¿Cómo pasar de la política, del gobierno de la cosa y las personas, que tu calle esté limpia, que no te contaminen el aire, el agua, los ríos y los mares, que haya enseñanza y sanidad públicas y pensiones dignas para todos...?
¿Cómo que todos son iguales?
¿Cómo que todos van a lo mismo?
¿Cómo que pasas de ir a votar?
¿Cómo consentir la corrupción y no castigarla con un voto de firme castigo?
Ya lo dijo Aristóteles y ha llovido: “el hombre es un animal político”, y “animal social”, y se le olvidó decir expresamente que también la mujer, pero eran otros tiempos en los que en el hombre no solo no estaba incluida la mujer, es que se prescindía olímpicamente de ella, y eso que eran sabios a más no poder. Animales racionales y políticos, la razón por bandera y brújula y la política que nos hace y nos transforma, que nos invita y obliga a que hagamos mejor las cosas de este mundo y el mismo mundo. Platón y Aristóteles, maestro y discípulo, ambos estaban preocupados por la política, a la que consideraban la suprema ciencia práctica, la encargada de culminar las grandes aspiraciones humanas. Y que fuera de la comunidad o Estado el individuo no podría desarrollar una vida plenamente humana. Eso dijeron.
El pensamiento de madera y obtuso de Franco no se merece ni un solo segundo, mientras que las reflexiones de Machado están ahí felizmente dichas para siempre como lección y compromiso de ser y estar con los otros en este mundo como tarea primordial, aunque no militemos en ningún partido, por el solo hecho de ser ciudadanos, para elevar nuestra dignidad a la categoría que se merece, y ayudar a los profesionales de la política y exigirles programas de acción y decencia, como atender a las necesidades de todos, comenzando por los más débiles. La gran tarea de cada ciudadano: unir su esfuerzo al de todos en la construcción de la polis, el pueblo, la ciudad, el mundo. Por favor, no te quedes callado y responde a los que dicen que no te metas en política.
https://youtu.be/9p_GimhrD_A "Sur un prélude de Bach" - Maurane & Les Fous Chantants (Catherine Lara au violon)
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