18 de febrero.-
Ya no solo es la rama reverdecida del olmo de Machado, como milagro de la primavera, es que del tronco seco ha brotado, en parto fecundo y de honda dicha y deleite de los sentidos, otro árbol, aprovechando sus mismas raíces, absorbiéndolas, haciéndolas suyas y buscando nuevos fondos y más tierras para un rejuvenecimiento total. Observa cómo el árbol viejo se convierte en entrañable cuna y a la vez escudo defensivo. La naturaleza, tantas veces, madrastra cruel, esta vez es madre-cobijo-cuidado-engendradora de nueva vida.
El árbol viejo no puede por menos de estar orgulloso y satisfecho como suelen estarlo los padres y los abuelos, cuando ven nacer, crecer a sus vástagos y alzar el vuelo a cielo abierto, su futuro, solo reservado para ellos, que a los padres, recuerda los versos famosos de Víctor Hugo, ya ni en sueños les pertenece, ley de vida: “¿Por qué luego se va el dulce amor? / Vienen un instante a darnos un poco de luz. / Después, parten. Esos niños que creíamos nuestros. / Son de alguien que no somos nosotros”.
El árbol nuevo, buena metáfora de los hijos, debe, qué menos, estar ahora y siempre en permanente reconocimiento, respeto y valoración de su origen y al tanto de los cuidados cuando la fragilidad hace su acto de presencia en sus ascendientes.
Y a los que pasamos al lado de tanta hermosura no nos queda otra que admirar el prodigio que nos brinda la naturaleza constantemente y aprender bien la lección.
20 de febrero
El desayuno con Juan José Millás, los domingos a la nueve, en el programa de Javier del Pino, antes del desayuno de fruta y tostadas, me pone las pilas de la imaginación crítica y creadora a tope y me parece un don de los cielos laicos que agradezco hasta el infinito. Hoy hacía referencia a dos libros de alta tecnología y empleados infantilizados por las propias empresas, lo que le daba pie para hablar de la infantilización tanto de los políticos que, en tiempos de elecciones, se hacen fotos ante las vacas, ovejas y cerdos, como de sus seguidores, con aplausos incluidos, añado yo, además del ridículo de altos vuelos.
23 de febrero
«No fui nada, y ahora nada soy.
Pero tú, que aún existes, bebe, goza
de la vida..., y luego ven.» Francisco Brines
Una vez más el aliento poético en nuestra ayuda: Nada fuiste, nada eres, nada serás, como yo, para qué ir más lejos, pero mientras existes, vive la vida, bébetela entera, disfruta y ven a compartirla conmigo.
26 de febrero
Se llama Elena Kovalskaya. Anótalo en tu memoria. Ha renunciado al cargo de directora del Teatro Estatal de Moscú "Vsevolod Meyerhold". Y ha escrito esto en las Redes: “Amigos, como protesta contra la invasión rusa a Ucrania, renuncio al cargo de director del teatro estatal. Es imposible trabajar para un asesino y que él te pague. No podemos guardar silencio sobre esto. Solo nos queda decir: No a la guerra, añadió”.
Este es el gran ejemplo a seguir en esta desatada barbarie y, como toda guerra, injusta y sangrienta, “monstruo grande” que cantaba Mercedes Sosa en una canción inolvidable.
Dos versiones: be/mu2IMtFVags Colombiana. Enrique y Estrella Morente
https://youtu.be/Z0ckBhz61e8 Colombianas Flamencas | Flamenco - Ana Corbel
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