lunes, 17 de enero de 2022

INSTRUMENTOS EN BUENAS MANOS

 


¿Te parece que demos un paseo por algunos de los instrumentos musicales de una orquesta para admirarlos y adentrarnos en su misteriosa belleza?
Vamos allá:
Decir en primer lugar que forman y conforman una segunda mano al servicio de la música y de que las manos de los artistas se luzcan. Y lo más importante es lo que se logra: una comunión perfecta entre instrumentos y artistas y poder admirar una de las maravillas más elocuentes del arte y la belleza.
Debo decir que todos me fascinan en buenas manos, pero descanso y me deleito sobremanera contemplando la pradera de blanco y negro del piano y sobrevolando las manos, que llevan todo el cerebro muy dentro, van por delante de él y te parece que son cerebro, de lo contrario no harían lo que hacen, corren veloces por el campo abierto de las teclas que miran con minuciosidad, a veces, otras, a la partitura, y otras muchas vuelan con ellas por los altos cielos cual palomas deliciosamente libres tras dar un buen golpe de teclas o pasear lentamente en un adagio con el que levitas.
El arpa obliga al abrazo largo y apretado sacando sonidos de lo profundo de las aguas, el aire y el viento.
El abrazo de la guitarra es distinto, mucho más acogedor, el músico se dobla, le arrulla, susurra a las cuerdas que no deja de mirar ensimismado, coge la guitarra como si fuera un bebé para que se duerma, solo descansando en una de sus piernas, y doblando los brazos en mágica cuna. Paco de Lucía la acaricia con la derecha y la templa con la izquierda, logrando los sonidos prodigiosos del embeleso y el milagro de lo más hermoso y bello.
El violín reposa en el hombro y a la sombra de la barbilla en una figura que se parece a cómo se mecen los bebés en los brazos de la madre, y me llama la atención, más en las mujeres, quienes sostienen con la mano el arco con una delicadeza extrema, como si llevaran la pluma de la avecilla del romance del prisionero que le cantaba al albor.
El violonchelo saca los sonidos de lo profundo de la tierra y la garganta..., y el contrabajo, enhiesto surtidor de hondo pesar y alto decir, forma una figura con su acompañante que no puede más que acompañarle en verticalidad quijotesca. Silvia Pérez Cruz, con alguien al contrabajo, no necesita más para encandilarnos con su voz y el sonido profundo y lejano del contrabajo.
De los instrumentos de viento me seduce siempre la figura de la flauta travesera y su dueño que debe alargar los brazos ladeados hacia la derecha para sacar esos sonidos dulces, aterciopelados y pastoriles tan gratos al oído más fino y, aunque pareciera resultar una figura descentrada, el sonido es tan armonioso que sale perfectamente centrado y melodioso. Me encantan, asimismo, los sonidos del oboe, el clarinete, el saxo y el acordeón.
Los instrumentos de percusión con el juego de dedos, manos y muñecas que, tantas veces marcan el ritmo, son acompañantes bien avenidos con todos los instrumentos de sonidos más sofisticados que ellos y a su servicio.
Y más y más y más. Como el director que, sin tocar instrumento alguno, toca de alguna forma todos con la batuta o las solas manos, conduciendo, dirigiéndose a cada músico y potenciando su labor, llevando la mirada a cada uno y a todo el conjunto porque es este el que tiene que sonar al unísono,
Y a todo esto, que me perdonen los expertos que, alguien como yo, tan inexperto, aunque aficionado a escuchar buena música, eso sí, me haya metido en camisa de once varas.
https://youtu.be/BKezUd_xw20 Salut Salon "Wettstreit zu viert" | "Competitive Foursome" (Les levantaría un monumento a estas 4 mujeres, si por mí fuera).
https://youtu.be/MMUbrOjABWM Salut Salon "Ievan Polkka https://youtu.be/kjKeyxuvE-s Salut Salon ›Les deux guitares

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