jueves, 20 de enero de 2022

VERSOS QUE DESLUMBRAN DE TANTA LUZ

 


“Le tomo la mano a mi enfermo
para saber que vivo”,
Orlando Mondragón
Entendí perfectamente a los miembros del Jurado del Loewe cuando concedieron el premio 2021 al poeta mexicano Orlando Mondragón, médico de 28 años, al decir que se sintieron deslumbrados con versos como estos, porque nada más leerlo sentí yo como un fogonazo de luz y alta inspiración.
Así quisiera yo a mis médicos, que primero me tomaran la mano, lo que ya consideraría un prodigio y que después reconocieran con ese gesto que están vivos, porque ello me hace pensar que apuestan por la vida, les interesa y conmueve estar en activa presencia, lo que indefectiblemente les llevará a querer, como nada en el mundo, cuando están conmigo, hacer todo lo posible por mi salud. ¡Y cómo agrada que ello sea así! Un gesto, una sonrisa, un mirarte a los ojos, una palabra no solo de puro trámite, reconocer que les interesas, y no tienes más remedio que valorarlo y admirarlos por tan alta profesionalidad y humanidad, qué menos, cuando tienen delante de sí y en su manos a un ser tan frágil que se doblega ante el más mínimo dolor, y no digamos si la cosa es grave. ¡Y cómo de agradece!
Le tomo la mano a mi enfermo para saber, lo más importante, que vivo, y que lo demás vendrá por añadidura. Deslumbra e ilumina a la vez.
¿Cómo no entender que la poesía es un arma cargada de futuro y un viento que purifica el ambiente y nos salva?
Me encantará leer el libro de poemas “Cuaderno de la patología humana”, que se publicará en breve de un autor que es médico y poeta.
Y uno que, por naturaleza, es atrevido, bajo su luz me puse a perpetrar estos pensamientos a la sombra de los dos versos:
• Fui a ver la tumba de mis padres y me vine con mi infancia y mi juventud dentro de mi piel.
• Uno de los motivos, y no el menor, por los que llevo los talleres de escritura creativa es porque me obligan a estar vivo escribiendo y enseñando algunas cosas que sé, y cuándo, por ejemplo, un artículo es bueno, o un poema, o un relato, o una novela.
• Le invité a un café porque me gusta tomar un café mejor acompañado que solo.
• Les di la propina a mis hijas con el pensamiento y el sentimiento de que es mucho mejor dar que recibir, aunque también agradezco, y no poco, sus detalles para conmigo.
• Estoy a favor del feminismo sin apenas pensarlo, porque me daría mucha vergüenza no estarlo.
• Va en línea similar, creo, el mejor y mayor piropo que jamás escuché, en su día, de una anciana de la Residencia Cardenal Marcelo: “Vd. nos hace majos porque Vd. lo es”. Como un flan, ¿cómo no? Gracias infinitas donde quiera que estés.
https://youtu.be/uDEQGQvGPH4 LA DANZA DE LAS HORAS - ORQUESTA FILARMONICA DE LONDRES. Llega a lo más hondo, puro deleite, dulce y vibrante armonía.

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