¡Qué hermosura de sueño!, la luna casi a tus pies, qué digo, algo mejor, sirviendo de maravilloso perchero donde colgar el sombrero de paja, mientras duermes un sueño feliz en un suelo de mies recién cortada, que te sirve de colchón y blanda almohada, titilando las estrellas con un fondo musical luminoso de silencios.
Me ha venido esta viñeta al paso tras leer el interesantísimo libro de Nuccio Ordine “La utilidad de lo inútil” en el que muestra hasta la saciedad esa gran verdad con el testimonio de algunos de los más grades escritores, filósofos y científicos. Valga esta cita sobre el escritor japonés Kakuzo Okakura quien, al describir el ritual del té, reconoce, en el placer de un hombre cogiendo una flor para regalarla a su amada, el momento preciso en el que la especie humana se había elevado por encima de los animales. “Al percibir la sutil utilidad de lo inútil, cuenta el escritor en “El libro del té”, el hombre entra en el reino del arte”. Todo un lujo doble: la flor y el gesto representan ambos lo inútil, poniendo en tela de juicio lo útil, lo necesario, el puro beneficio. Así lo explica Kakuzo Okakura: “Al ofrecer a su amada la primera guirnalda, el hombre primitivo se eleva sobre la bestia; saltando sobres las necesidades burdas de la naturaleza, se hace humano; percibiendo la sutil utilidad de lo inútil, entra en el reino del arte”. ¿Puede haber mayor utilidad de lo inútil dando el toque de mayor esencialidad a lo humano, tal vez lo más humano de lo humano? ¿Será tan inútil lo inútil como los que quieren a toda costa revelarnos y hacernos ver solo y nada más que el mundo de los beneficios, los negocios, el oro, de todo aquello que se mide, se pesa y se cuenta? ¿O habrá que cambiar el sentido, los conceptos y las palabras y hacer caso al filósofo francés Pierre Hadot cuando dice que “es precisamnete tarea de la filosofía el revelar a los hombres la utilidad de lo inútil”?
Hagamos un pequeño esfuerzo en tratar de ver todas y cada una de las cosas no útiles e innecesarias que hacemos en nuestra vida cotidiana y quizá nos sorprendamos de la lista que llega al infinito, para terminar convencidos de que son posiblemente las más útiles de todas, las más hondas y las más hermosas. Haz la prueba. Yo ya he comenzado y no termino, mientras saboreo la exclamación de Víctor Hugo: “¡Oh, utilidad increíble de lo inútil!”, y recuerdo los gestos ¿inútiles? de desafío del muchacho chino frente a los tanques en la Plaza de Tiananmen de Pequín en 1989 o de Rosa Parks en 1955 en un autobús de Montgomery en Alabama. ¿Gestos inútiles?
Lo que sigue es un buen ejemplo de lo dicho. Quédate a solas con la versión que prefieras. Cine, música, arte... o la maravillosa utilidad de lo inútil.
https://youtu.be/qEwXcgwzIYE Pat Metheny with Charlie Haden - Cinema Paradiso
https://youtu.be/ClMTuUwl0tg Chris Botti feat. Caroline Campbell & Sinfonía Varsovia
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