jueves, 9 de septiembre de 2021

LA PREHISTORIA SIGUE ENTRE NOSOTROS

 


Creíamos que la prehistoria había muerto hace muchos miles de años, y está ahí, como el dinosaurio de Monterroso que, cuando despertó, estaba todavía allí.
Estaba ahí en el Capitolio de los EEUU, cuando perdió las elecciones Donald Trump, y uno de sus más fieles seguidores entraba con los cuernos de un bisonte. Es la barbarie de la prehistoria.
Los talibanes, en cuatro días, han tomado de nuevo Afganistán, todo un país, nada pequeño, y una inmensa población trata de huir del régimen de terror que se avecina, que ya está en pleno furor. Es la barbarie de la prehistoria que sigue entre nosotros.
Continúa, de forma imparable, la violencia contra las mujeres, incluso añadiendo más terror al asunto todavía: el asesinato a los hijos para herir más a lo que más les duele a las mujeres. El sin sentido de un antes de la prehistoria que nos persigue.
Surgen, aquí y allá, bandas de adolescentes y jóvenes, energúmenos al margen de una historia que iba a derecho, y violan en manada, cual carneros sin sentimiento y razón, espoleados por la testosterona que les sale por los ojos. ¿Dónde sus padres, sus madres y sus hermanas? Es la barbarie de los salvajes de la selva.
Saltan, a la voz del macho Alfa, y hasta animados por algunas compañeras, bestias en celo dando palizas, a veces hasta la muerte por ser solo, exclusivamente solo, distintos en ideología, en amor a un Club, en orientación sexual diferente a la suya. Y va en aumento. Irrita hasta el hartazgo que cuando alguien lo intenta condenar hable de violencia en general y de los inmigrantes en particular. Y no es eso, por favor, no es eso. Es esto. Con nombre y apellidos. ¿Qué historia civilizada hemos creado y nos hemos montado para que afloren a estas algunas de la civilización estos especímenes de antes de la prehistoria? ¡Y tan jóvenes, santo cielo!
¿Quién entiende el lenguaje agresivo y violento de muchos anónimos en las Redes? ¿Dirían lo mismo a la cara? ¿No se avergüenzan de lo escrito, ni cuando duermen? ¿No oyes, tras ello, los aullidos de las bestias? ¿No era eso mismo en la prehistoria?
¿Qué hemos hecho, qué estamos haciendo? Porque todos ellos son de los nuestros, o lo que es lo mismo: “nada de lo humano me es ajeno”, aunque nos duela en el alma, aunque miremos para otro lado y digamos: no es asunto nuestro, yo a lo mío, escondiendo feliz mi cabeza entre las sábanas, porque estamos en el bando de los buenos..., sin darte cuenta, sin darnos cuenta, de que aquí ya no hay bandos..., aunque no seamos ellos, por fortuna, ni como ellos. Ah, y reconocer y celebrar que la inmensa mayoría vive en pleno siglo XXI.
... Para contrarrestar esa prehistoria bárbara, un poco de buena música que, seguro, se agradece, en tres versiones a elegir:
https://youtu.be/eEXHe9TZnYg Oblivion Astor Piazzolla
https://youtu.be/Z0DQxI3KM7o HAUSER - Oblivion (Piazzolla) https://youtu.be/x5oGW6kv08A Piazzolla Mario Stefano

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