domingo, 6 de junio de 2021

YA NO ESTAMOS EN EDAD...

 


Cuando uno va cumpliendo años, lo normal es que se vaya despidiendo de muchos hábitos, costumbres arraigadas, buenos y malos pensamientos, horas de brillo y esplendor, tardes y noches de pequeñas farras y grandes amistades, salidas con tal de no estar en casa..., y existe algo para lo que definitivamente ya no tienes edad: ese andar con gente que no le gusta bailar, aun literalmente, y eso que ya bailo poco, la última vez, todos los días del confinamiento, yo solo, de quince a veinte minutos, bailando salsa, cumbias y hasta alguna jota, como final de fiesta, que siempre se hacía así en la plaza del pueblo en fiestas. Y todo lo que dé de sí esa frase tan acertada, porque uno a esta edad ya no está para bailarle el agua a cualquiera, o mejor dicho a nadie, y si lo hago irá en contra de mis principios más arraigados; ni para perder el tiempo con quien te chupa la sangre, saca lo peor de ti, es decir, de mí, porque su genio, su sombra, sus fobias, sus odios, sus gustos,... son tan distantes y diferentes de mi forma de ser, mi diminuta luz, pero mi luz hecha a mi medida y costumbres, mis ideas generadas ya un poco a fuego, para no tener que andar cambiando de color y chaqueta a cada paso y hasta de ritmo. Ya se ha hecho tarde.
Pero en positivo, que siempre resultará más grato, sigo queriendo estar con mujeres que les gusta bailar, y con las que en cuanto suena la música se les encienden todas las luces del cuerpo y el alma, y les entra un fuerte hormiguillo en los dedos de los pies como a mí al pretender sacarlas a bailar o tomar un café o hablar simplemente de los libros que estamos leyendo.
Y mucho con aquellos que apostaron y consiguieron esas formidables victorias y avances de la sociedad: el divorcio, el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, la eutanasia, en cuanto derechos que a nadie obligan, pero que están ya legalizados para hacer uso de ellos en libertad sana y salva, respetando, sin más, a los que piensan de otra forma, pero defendiendo siempre que nos dejen en paz a los demás y exigiendo hacia nosotros lo mismo por parte de ellos. Allá ellos (los monseñores y su monaguillos de ciega fe y seguimiento acrítico) con sus creencias, y aquí nosotros en paz y concordia con nuestras decisiones libres, disfrutando de esas conquistas sociales. Como con quienes piensan que la tierra es redonda, ¿cómo es posible que haya gente que creen que es plana, que sueñan morir por la bandera, la patria, mano en ristre o puño cerrado, o que se atreven a negar la violencia de género, cuando esta no cesa? Uno no tiene ya edad para debatir, llevar la contraria, entrar al trapo, perder miserablemente el tiempo a estas alturas. Prefiero cambiar de tema y hablar del tiempo, dejar un debate tan insulso como estéril, cazar mosquitos, papar moscas, canturrear por dentro la melodía que acabo de escuchar, quizá la centésima vez, porque se trata de Bach, Beethoven, Mozart, o Piazzolla o dar a solas un paseo por el barrio, el pinar y encontrarme con gente maja o asomarme a Facebook y ponerme a contestar. Porque uno, cuando ha cumplido muchos años, está para lo que está, pero en ningún caso andar con gente que no le gusta bailar ni con los pies, el corazón, los ojos y el alma, sino más bien, con quienes encienden la noche y el día y siembran de palabras nuevas y amorosas, y buen rollo, el ambiente.
https://youtu.be/wEL0RL_bBkw Old Polish tango in Polish and Hebrew: Graj skrzypku, graj! Pero este tango, a pesar de ser tan desconocido..., con cualquiera.
O este: https://youtu.be/OUK08yqghNI libertango, y este, en distinto tono.

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