jueves, 3 de junio de 2021

¿HABLAMOS O RELINCHAMOS?

 



No sabía que los cisnes voznan, ni que las alondras trisan, y menos que los cuervos crascitan, o que los búhos chuchean, pero me sonaba un poco eso de que las cigüeñas crotoran, ni que los patos parpan, aunque sabía que hacen cuac, cuac, y se lo debo al escritor peruano, afincado en Sevilla, Fernando Iwasaki. Y le debo el invitarme a seguir por mi cuenta, que en eso consiste la lectura interactiva: los gallos cantan muy de mañana kikiriki, que me lleva siempre a aquellos versos fascinantes de Lorca, del romance de la pena negra: “Las piquetas de los gallos / cavan buscando la aurora”, que tan maravillosamente nos lo explicaba en clase de literatura el bueno y sabio cura José Luis Martín Descalzo, que ya cité en algún otro momento, pero uno vuelve y vuelve a los mejores sitios de su pasado, o que las gallinas cloquean, los burros rebuznan, eso sí que no me gustaría por nada del mundo por cómo detesto el rebuzno de algunos humanos, los caballos relinchan, qué bien lo hacía el caballo de mi infancia cuando salía a beber al corral, que los perros ladran, los gatos maúllan y mayan, las ranas croan, los corderos balan, los delfines silban, los grajos y las urracas graznan, las cigarras cantan, estridulan más bien, ahí es nada..., y así hasta el infinito de los seres infinitos que, sin hablar, dicen tanto y tan bien hablado en sus límites tan estrictos. Lo que me lleva a preguntarme: Y nosotros, los humanos, ¿estamos a la altura cuando nuestros lenguajes, muchas veces, muchas, no van más allá de un feroz ladrido, de un tonto relinchar, de un rebuzno que aturde, de un insípido croar y en lugar de crotorar, tan bella palabra, croamos como ranas cotorras cansinas, sin fuste ni muste, solo añadiendo al coloquio naderías y simplezas de tres al cuarto?

Nos lo deberíamos mirar cuando le faltamos tanto al respeto, y de forma tan grave, al lenguaje, y a cuantos nos escuchan y atienden y quedamos a mil leguas de la lengua tan variopinta, rica y hasta profunda de los animales, que ya es decir. Y siempre que me viene a la mente la palabra respeto, no puedo por menos que tratar de llegar al fondo de su significado: mirar, volver a mirar, detenidamente, escrupulosamente, cálidamente, con veneración... a las personas mayores, a los niños, a los jóvenes, a los adultos... a los animales, a las cosas..., y al lenguaje, naturalmente.
Pero bajemos a la arena: A muchos políticos, tertulianos y periodistas, y sus fieles seguidores, alguien debería pararles los pies, y sobre todo decirles: BASTA YA de relinchos, rebuznos, insultos, sembrar ruido y odio, porque el clima se hace irrespirable y la mayoría de la gente está harta de tanta bronca y cuando sale de mañana al trabajo o a la compra, lo único que quiere es un trozo de paz y que todo esto funcione un poco mejor. Aunque parte de esa gente, ojo, no está libre de culpa, por ejemplo mucha gente en las Redes, incandescentes con harta frecuencia, sin ton ni son. No es posible que alguien lo haga todo mal, no es de recibo anteponer los intereses propios sobre los del común, y menos el talante insolidario y de eterna y feroz pelea de aquellos que dicen que su vocación y profesión es servir a los demás. Alguien, tú y yo, y casi todos, deberíamos decirles, insisto: BASTA YA, que ese no es el camino, y que, además, eso es un juego peligroso, porque es jugar con fuego.
https://youtu.be/YyFM-pWdqrY Yael Deckelbaum / Oración de las Madres - Vídeo oficial. No te la pierdas.

No hay comentarios: