jueves, 22 de abril de 2021

LAMENTABLE

 


Lo de Ébole, y sobre todo lo de Miguel Bosé, ahora que han pasado unos días de polémica y alteraciones vehementes: lamentable. Es muy discutible si es buen periodismo llevar a alguien para opinar de asuntos en lo que predomina una ignorancia supina, diría que hasta cósmica, por solo tener una imagen pública y haber sido famoso en otras épocas, cuando no hay nada que decir, nada que aportar, ni un solo argumento en la recámara, y hasta arrogarse el poder de rechazar cualquier argumento científico y los datos que están palmariamente sobre la mesa y lo que dicta la realidad más cruda y veraz, como cuando es de día, el sol está en lo más alto y un cielo despejado y alguien se empeña en que es de noche. ¡Qué delirio! Pues vale. La verdad es que no quería ver el programa, pero por ser fiel seguidor de Jordi Ébole, un poco de curiosidad y ver qué podía dar de sí el personaje en cuestión, me tragué la primera parte, en la que forcé sacar lo mejor de mí para no zarandear antes de tiempo, y hasta saqué la máxima empatía para tratar de ver a un ídolo caído y un juguete roto, con cierta piedad e indulgencia, hasta que ante la insistencia del entrevistador sobre la verdad y el negacionismo, Bosé sacó su soberbia y altivez desencajadas de las órbitas para decir que no es que estuviera en posesión de la verdad sino que lo que decía era Verdad, y lo decía con tanta furia y altura que parecía ser el dueño absoluto de La Verdad, y ahí se me cayó el personaje al suelo de barro, roto del todo. En la segunda me temía lo peor, peor y más allá, porque cuando se trataba de opinar y exponer su teoría al respecto no apareció ni un solo argumento, digo bien e insisto: ni un solo argumento y hasta se negó a dejar hablar a un científico, que ese sí, era de esperar en lógica pura, tuviera todos los argumentos y uno más sobre la pandemia. Y además amenazando: “Van a caer todos, unos detrás de otros, políticos, científicos y farmacéuticos. No van a poder salir a caminar tranquilos a la calle. Vamos hacia otro juicio de Nuremberg. A mí lo que me molesta es el sistema entero. Republicanos, demócratas, izquierdas, derechas, centro y la madre que les parió, todos fuera. Quiero un mundo nuevo. A esta tontería le queda un mes”. Sin comentario. No merece ni una sola letra. Ya no solo era para mí un ídolo caído y juguete roto, era alguien que no debería haber aparecido por allí ni en sombra: lo suyo fue cantar, y bueno..., tenía su público, pero ahora sin voz, el pobre, ni para cantar ya. Lo siento, se le pasó la vez, nada que hacer en un escenario y menos para no decir más que una rotunda estupidez: negar la eficacia de las vacunas. ¡Anda ya! Una lastimosa pérdida de tiempo por algo que resultó LAMENTABLE, MUY LAMENTABLE.

& Nanna, Linnhttps://youtu.be/MePqhTdelF8 azz By The Pool - Gunhild Carling ea, Petronella- Pasamos un tupido velo y nos quedamos mejor con este Cuarteto estupendo y la mar de marchoso.

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