Y CON LA VENDA DE LOS OJOS...

“Y con la venda de los ojos me hice un lazo en el pelo. Ahora estoy más guapa y menos ciega”.

Y con el tiempo que llevo malgastado en quejarme por la leche derramada, el plato roto, aquel error de mil demonios, lo que no hice que tenía que haber hecho... mejor me hubiera ido gastar el tiempo en realizar los sueños que merecieron la pena ser soñados y verlos crecer delante de los ojos bien despierto.
Y con aquel libro que me deslumbró hace años voy a construirme una casa en sus páginas y vivir una larga temporada al calor de aquellos enormes personajes, compartiendo sus ideas, sus sentimientos y sus hermosos sueños.
Y con “Casablanca” que vuelven a poner en la tele, esta misma noche, ¿cuántas veces van ya?, y serán pocas, volveré a acudir a la cita y sobre todo a uno de los finales más sensacionales que se quedaron para siempre en millones de espectadores.
Y con el pañuelo blanco que dejaste olvidado en mi coche haré hueco en mi alma y lo izaré como mi única y mejor bandera.
Y con las palabras de aliento que me regalaste aquella tarde lluviosa, inolvidable, intentaré trenzar algún poema y lo dejaré a buen recaudo.
Y con la amistad que me sigues regalando haré un pacto sellado que mantendré con mucho respeto y mil cuidados hasta más allá del fin.
Y en el vuelo de la paloma que se ha ido de mi ventana te envío un mensaje de “paz, amor y fantasía”, a la sombra de Vittorio De Sica y Gina Lollobrígida.
Y con los años que voy cumpliendo a toda prisa me permitiré hacer un nudo bien prieto y una parada sosegada y de mucho aliento, ¿para qué tanta prisa si todos llegaremos a la meta más pronto que tarde?, y saborearé lenta e intensamente como cuando niño iba llegando al final del pastel.
Y con la venda de los ojos me hice una corbata, me lancé de nuevo a la calle y dejé que entrara en mi alma y en mi cuerpo la hermosa fiesta de la vida.

Nota no tan al margen: ¡Feliz Año 2018! No 2016, ¡2018!