Lección aprendida, con solo dedicarle unos segundos, y sirve para tanto en las distintas circunstancias de la vida que es de admirar y agradecer al autor ingenioso de esta viñeta.
Veamos y miremos bien, no haría falta ninguna explicación, pero es bueno seguir los pasos dados y detenerse en los detalles, porque nos servirá para todo el discurso posterior. El cuarto personaje comenzando a contar por arriba, hace un instante estaba en las mismas condiciones que sus colegas, pero le pesaba el objeto y no avanzaba y se puso a pensar y preguntarse, pensar y preguntarse, eso es: ¿y si le quitamos todo lo que le sobra para que sea algo esférico y que ruede con facilidad? Y se puso a ello, se valió de un cuchillo que tenía a mano para otros menesteres hasta que logró convertir el cubo en una bola perfecta y, con mucha facilidad y menor esfuerzo, consiguió llegar el primero a la meta, que de eso se trataba.
Leí, aunque no recuerdo quien lo dijo, que un buen escrito es el resultado de deshacerse de todo lo superfluo, la paja y quedarse con la esencia. Que es lo que hacía el gran Miguel Ángel, cuando veía una gran masa de mármol de Carrara, del bueno. Se detenía, daba marcha a la manivela del cerebro y las partes más afines a la creación, la imaginación y la fantasía, junto con el conocimiento de la historia y las psicología de los personajes y comenzaba a eliminar todo aquello que sobraba y nada tuviera que ver con lo que tenía perfectamente marcado y diseñado en el cerebro, hasta dejar totalmente limpia la escultura.
Nos pasa en todo discurso al uso, conferencia, tertulia, conversación cotidiana. Suelen hacerse insoportables porque no pulimos, no desechamos la morralla, ni yendo al grano meticulosamente, porque el tiempo es oro y el undécimo es no aburrir al personal, ni dormirle soberanamente, digamos con palabras ajustadas lo que debe decirse, para callar enseguida y dar paso al siguiente, sabedores y reconocedores de que todos tienen siempre algo que aportar y si queremos aprender y ser un poco más y hasta sabios debemos saber escuchar para aprender lo que ignoramos.
Ya ves, de los cinco solo a uno se le ocurrió la feliz idea de eliminar lo superfluo, lo mostrenco, lo no adecuado y por ello se inventó la rueda, la bola de tenis, la pelota de frontón, las ruedecillas de las maletas, que con solo pensar lo que tardamos en inventarlas nos da la idea de lo lentos y lerdos, que hemos sido a lo largo de la historia. Lo pienso cada vez que llevo la maleta con los dedos de la mano sin esfuerzo alguno. ¿Cómo pudimos tardar tanto? Aunque nunca es tarde si la dicha es buena, y esta es buenísima, así que enhorabuena al inventor de la rueda primera y al de esta última, la de las maletas.
https://youtu.be/iSU0UG4VSEI?si=041WbY-RlOGhUWWz Shalom Alechem - Barcelona Gipsy Klezmer Orchestra Live
https://youtu.be/23dW3H9yFSU?si=BZHpjeg-OHjYMW6O Djelem Djelem - Barcelona Gipsy Klezmer Orchestra
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