Estrenar cuaderno en la niñez y en la adolescencia, como estrenar pluma o boli, daba alegría y ponía las pilas para comenzar con buen pie el curso.
Hoy, aunque esté lejos de la niñez y de la adolescencia, estreno boli de la familia Pilot, que suele funcionar con cierta rapidez y corre por el papel como el caballo por los prados. ¿Qué me deparará el azar? ¿Qué la insistencia que se halla al fondo de toda conquista?
Habrá nuevos temas, o los de siempre con otros puntos de vista, tiene que ser así porque los temas esenciales son solo unos pocos, pero con mil bifurcaciones y versiones que se van ocurriendo mientras estás centrado en la tarea. Cualquier crítico mínimamente preparado quizá pudiera detectar que todo se reduce a la misma obra, parte del mismo libro, idénticos todos los artículos, igual la misma conversación de siempre, pues siempre estamos volviendo, como en el viejo tango: Volver, volver..., siempre se vuelve al primer amor, a la misma obsesión, al mismo pozo en donde sacar el agua que apague la sed..., que veinte años no es nada..., y vivir / con el alma aferrada / a un dulce recuerdo que lloro otra vez.
¿Entonces? La pregunta socorrida y elemental. ¿Por qué insistir si ya está dicho? Sí, pero no todo, porque ello es imposible, somos el río que no permite a nadie bañarse en las mismas aguas, estas están cambiando constantemente, parecen las mismas, pero son completamente diferentes. No se repiten nunca. Todo fluye, parece lo mismo y nada tiene que ver un latido con el otro, todo depende del tiempo, del sentimiento, de la pasión, del ritmo o la fuerza del viento, la mirada centrada en el instante tan desigual y complejo y que siempre se está renovando. No somos los mismos ni ayer ni hoy ni mañana, ni tenemos una sola personalidad, sino muchas y muy variadas y cambiantes, depende mucho de con quienes estemos y nos movamos, me parece que esto ya lo he dicho más de una vez.
Mientras haya tinta, y la hay para rato, porque estoy de estreno, ya lo sabes, seguirán corriendo las letras y las palabras por el papel como el caballo por la pradera y como el río por el valle embelleciéndolo y dándole vida abundante: Correr disfrutando de la carrera, embellecer el paisaje de las páginas en blanco, dar vida que es tanto como despertar conciencias dormidas, transmitir emociones, un poco más de paz y tolerancia a espíritus violentos, bálsamo, si fuese posible, para alguna herida abierta, ganas de mejorar las cosas torcidas de este mundo... Hay, ¿no lo ves?, tarea tan amplia como la pradera del caballo aquel, tan silenciosa como ese río que atraviesa el largo valle.
Habrá que seguirle la pista a este nuevo boli, no dejarle dormir y sacarle el máximo partido, es mi obligación y mi pasión, aunque sea repitiendo el mismo artículo, sabiendo a ciencia cierta que contra el famoso “nada nuevo bajo el sol”, todo puede ser nuevo cada amanecer y cada noche, como no me canso de decir y proclamar, nueva la mirada, desigual el sentir y muy diferente cada latido de la sangre y del alma. Y aunque escribas directamente en el Ordenador no debes olvidar el lápiz y el boli que son buenos colegas y además mejoran el movimiento sutil de los dedos y las neuronas del cerebro. Lo dice la ciencia.
https://youtu.be/b8UywOCXYz4?si=oXkYc-QIDKell8xb Santa Maria de la mer : STRATO-VANI
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