domingo, 20 de junio de 2021

EL ARTE DE CONVERSAR

 


Nos dedicamos toda nuestra vida a hablar y, aunque sabemos hacerlo, ¿sabemos? no estaría de más reseñar algunas reglas al respecto, porque, no lo olvidemos, conversar es un arte a dominar. Esta mañana he cogido al vuelo, escuchando la radio, unas buenas ideas sobre la importancia de conversar, en el programa de Ángels Barceló. Primera idea estupenda: Hay que inclinarse en algunos momentos para acercarse más al otro y escucharle mejor. Segunda: Dialogar es un intercambio de pareceres. Tercera; necesitamos el tiempo, que nos han robado, para conversar con el otro y los otros. Cuarta: La etimología de la palabra nos ayuda a entenderla mejor: significa “dar vueltas en compañía”, por ello mismo es tan importante pasear y andar al lado de alguien dejando que fluya la conversación. Y quinta: hablar, pero dejando tiempo y espacio al otro, que nadie robe todo el tiempo, ni ocupe todo el espacio.
Y me dije, de esto hay que hablar y explayarse algún día sobre estos puntos a tener en cuenta en toda conversación, que debe pivotar sobre el respeto al otro y la esencia del diálogo. Y aquí estamos:
Primera idea: hay que inclinarse en algunos momentos para acercarse más al otro y escucharle mejor. Los gestos y la actitud completa del cuerpo son esenciales a la hora de comunicarnos con los otros. Inclinarse que significa doblegarse, de alguna manera, ante el otro en actitud humilde que signifique condescendencia, cercanía y respeto. Y todo ello para escucharle mejor. Eso lo hacen muy bien algunas personas mayores, no porque sean duros de oído, que acaso, sino como postura ante los demás para captar mejor lo que dicen.
Segunda: dialogar es un intercambio de pareceres. Porque no se trata de monólogos en ristre y en serie. Ni tú di lo que quieras que yo ya tengo preparado y lo traigo de casa lo que debo decir. Es un intercambio de ideas y opiniones, que no es ni decente rechazar de plano ni a la primera mostrar que estamos en contra, sino, en general, claro está, aceptar algún punto de vista en el que se puede estar de acuerdo, para a continuación puntualizar y expresar lo que uno entiende sobre el tema en cuestión. “El verdadero maestro no es el que dice “haz como yo”, sino “hazlo conmigo”, piensa conmigo”, “calcula conmigo”, dice la filósofa Marina Garcés. Que vale para llevarlo entre iguales en toda conversación.
Tercera: necesitamos el tiempo que nos han robado para conversar con el otro y los otros. En la sociedad actual nos están constantemente robando el tiempo y hasta el espacio. Nos invaden, nos sofocan, entran peligrosamente en nuestras vidas: la propaganda, las ofertas permanentes y a deshora, la televisión, las redes sociales, los gritos de la escalera y de la calle, el murmullo torrencial de los bares. Estamos perdidos si no sabemos hacer silencio en nosotros mismos y defender a capa y espada nuestros espacios y nuestro tiempo.
Cuarta: la etimología de la palabra nos ayuda a entenderla mejor: significa “dar vueltas en compañía”, por ello mismo es tan importante pasear y andar al lado de alguien dejando que fluya la conversación. Dar vueltas a las cosas, intentar mirarlas por todos sus costados y repliegues, y todo ello en compañía, hasta hacer que dos más dos sean mucho más que dos.
Y quinta: hablar, pero dejando tiempo y espacio al otro, que nadie se quede con todo el tiempo, ni ocupe todo el espacio. Si tú comienzas a preocuparte por su vida, no es para que se lance a corazón abierto a contarte los pormenores de todas las dolencias, operaciones, méritos y medallas de los hijos, nietos y toda la parentela en línea recta y oblicua. Por elemental educación se trata de darles tiempo a lo demás, el suyo, y el espacio que les corresponde, que no debemos invadir.
Pues eso, que conversar es un arte.
https://youtu.be/N2rblR3Tmkc L. v. Beethoven: Romance No. 2 in F -Julia Fischer, Kammerphilharmonie Bremen, Felix Mildenberger. Y para buen conversar: la conversación de violín y orquesta en esta romanza.

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