jueves, 17 de junio de 2021

EJEMPLOS DE INSENSATEZ Y SENSATEZ

 


Se suceden a un ritmo insoportable los casos de violencia de género y uno se hace de cruces, ante quienes a estas alturas lo siguen negando y mirando para otro lado, y por si fuera poco aumentan los hechos terribles de violencia vicaria, la que se lleva por delante a los hijos, para hacer más daño a la madre.
Pues bien, quiero traer a este mi rincón particular dos ejemplos de inmensa insensatez y uno, por fortuna, de infinita sensatez:
Por muy dolida que se encuentre Ana Obregón, no es de recibo que diga que estaría dispuesta a ponerse en primera línea para arrojar la primera piedra en la lapidación merecida, según ella, al asesino de las niñas, Anna y Olivia, y pienso yo que, por mucha maldad que encierre tal horror, que en verdad es monumental, con la lapidación añadimos más horror y ese no es el camino. No debe serlo. Y es vergonzoso que aproveche su carta para comparar la muerte de un hijo suyo con estas dos niñas asesinadas.
El segundo ejemplo, lo que nos faltaba, es de un cura-párroco, Fernando Báez Santana, conocido como el 'padre Báez', quizá más vergonzoso todavía, difunfido por redes sociales en una vídeo-homilía, un mensaje de justificación del asesinato de Anna y Olivia en el que culpa de este suceso a la madre de las niñas, por la ruptura matrimonial y la infidelidad, afirmando que las niñas estarían vivas si la madre no hubiera roto el matrimonio, llegando a decir que la madre "recoge lo que sembró”. Es de tal tamaño la barbaridad y la insensatez de este clérigo que el Cabildo de Canarias y el Obispado de la diócesis de Tenerife han manifestado una absoluta repulsa, comunicando su rechazo tajante ante las indignas manifestaciones expresadas por el sacerdote. Menos mal, y se agradece, pero no basta, porque este señor con esos pensamientos, esos sentimientos y esas palabras no debe pertenecer ni un minuto más a la Iglesia Católica de la que es miembro cualificado.
Me quedo, lógicamente y con mucho agrado y sosiego, con las palabras de Beatriz, la madre de las niñas, mucho más atinadas. Toda una lección de humanidad y alto sentido, aun en los momentos más difíciles para ella: “Deseo que la muerte de Anna y Olivia no haya sido en vano, y aunque ahora sintamos el mayor odio, desesperanza y dolor, que no sea para traer más sufrimiento al mundo, sino lo contrario. Que trascienda en amor para los niños en forma de protección, educación y respeto». Palabras que no destilan ni odio, ni estupidez, ni más barbarie. Gracias, Beatriz, por esa forma de pensar y sentir, un abrazo enorme y mis más sinceras condolencias. A mí este lenguaje y esta actitud me reconcilian con lo mejor del ser humano, que agradezco infinitamente, por el rechazo de venganza, de añadir odio al odio, ruido y furor, ante la barbarie, la iniquidad de quienes lo niegan y el cúmulo de insensateces que en caliente mucha gente se despacha a gusto, desde un arranque feroz de sus vísceras y su irracionalidad.
Después de esto no se me ocurre nada mejor que guardar silencio y escuchar el Canto de los pájaros, como acompañamiento y homenaje a esa mujer y a las 20 asesinadas este año.
https://youtu.be/1pzCjEZx59k Pau Casals - Song of the Birds/El cant dels ocells - ICA Orchestra

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