lunes, 4 de enero de 2021

QUÉDATE CON QUIEN TE DEJA VOLAR...

 


Si te encuentras esta joya en el suelo, cógela, lee y saborea los mensajes y te la guardas, bien guardada, en el bolsillo. Eso es lo que he hecho: Ver volar, dejar volar, empujar a volar, perseguirte en el vuelo. Es todo un buen programa de acción para el año que comienza, que merecerá la pena desentrañar, y es lo que pretendo, realizar unos ejercicios de gimnasia mental e invitarte a que tú hagas algo similar. ¿Vamos allá?:
- Lo primero es mirar para poder ver y de paso dar un paso más y contemplar, que le añade un plus. Mirar bien para ver que existe el otro, la otra y lo que hacen desde su santísima libertad. Y de paso contemplar, que es quedarse ensimismado, valorando los aciertos, los avances, los logros que van consiguiendo en su vuelo particular, en su vida de cada día. Para nunca olvidar que están ahí, que existen, que tienen palpitaciones y ocuparse cuando están tristes y celebrarlo cuando están alegres. ¡Cómo no quedarse con quien te ve, te mira y te contempla volar!
- Lo segundo: dejar volar, que nadie esté bajo nuestro pies y bajo nuestro dominio, nunca ellos y ellas son cosas, objetos para usar y tirar a nuestro antojo. Dejar que cometan errores, y estar al tanto, alentar cuando se les pones difícil la vida, las subidas de tantas cuestas como nos ponen, y siempre atentos para que reciban los primeros y últimos aplausos cuando triunfan o simplemente les van saliendo decentemente bien las tareas. Sin olvidar que tus hijos no son tus hijos (no te embales, tampoco del Gobierno), sino hijos de la nostalgia de la vida por sí misma y no te pertenecen, como nos dijera el poeta Khalil Gibran, a quien cito siempre cuando toco este tema, y siguió diciéndonos que viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños. Un poema que merece la pena aprender de memoria. ¡Quédate con quien te deje volar, porque te está mostrando el territorio de la libertad que ya te pertenece a ti con todo derecho!
- Quédate con quien te empuje a volar, es lo tercero. Es cuanto podemos y debemos hacer con aquellos a quienes queremos y si de hacer un favor o prestar una ayuda se trata. Se agradece tanto un empujoncito, simplemente decir qué bien lo estás haciendo, me gusta cómo te está quedando, es hermoso cómo te ha salido, me gusta cómo te lo montas, vas bien por donde vas, cómo vas y me agrada el viaje que has emprendido, cómo me encantaría poder acompañarte. Y si le ayudas a sufragar el viaje, o le das un buen empujón físico y motivador, mejor que mejor. ¡Es tan agradable quedarse al lado de quien te empuja a volar!
- Y el cuarto se trata de quedarte para siempre con quien te hace compañía en el vuelo del vivir, con quien no te pierde de vista cuando has levantado el vuelo y te sigue desde la lejanía estando cerca, y sigue tus pasos y persigue la carrera con la distancia prudencial respetando tu ruta y tus espacios que son tuyos.
Se trata de un mensaje, como ves, dirigido a los hijos, pero vale también para los alumnos, las alumnas, el marido, la mujer y la vecina del quinto.
https://youtu.be/RDRM2dJQDws Carlos do Carmo Lisboa menina e moça. Murió la semana pasada a los 81 años y ha sido uno de los más grandes cantantes de fados. Sirva este humilde homenaje y dulce recuerdo.

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