Con una rueda así no se puede ir a ninguna parte, o sí, a una sola: al taller. Algunos se empeñan con una cabeza que no está preparada para tan alta misión como gobernar una ciudad, una región un país, dirigir una escuela, un hospital, una residencia de ancianos, y tantas y tantas cosas y tantas y tantas instituciones, cometiendo daños monumentales. Ese no es su lugar, antes deberían ir a la escuela y a un taller de habilidades sociales y de ética cívica.
Debemos mirar bien detenidamente la rueda rota y tan desastrosamente arreglada. En una democracia que se precie de tal debe haber ciudadanos con espíritu crítico y ojo avizor para detectar cualquier descalabro y no permitir con el voto y un seguimiento riguroso que estén donde están. No es su sitio. Estorban y hacen mucho daño.
Esa rueda no puede ir ni lejos ni siquiera cerca, se la está jugando ella, ellos, y los que vienen de frente. Como quienes no deben ocupar esos puestos, hechos y diseñados para otras mentes, otros corazones, otros hombres y mujeres mejores, más sabios, más preparados, mejores personas, no tan cerriles, no tan sinvergüenzas, más inteligentes, más buena gente.
Esa rueda no tiene arreglo, ¿a quién se le ha podido ocurrir semejante chapuza tan indecente?
En política la chapuza ya se ha extendido tanto que ha cruzado las barreras del sonido o tal vez las de la luz. Vuelvo a la carga: Lo grave de Estados Unidos, no es Trump, con serlo y mucho, son los 76 millones de votantes, sí, 76, y los que asaltaron de forma vergonzosa y delictiva el Capitolio, sin olvidar el capitalismo salvaje que tan bien describe John Steinbeck en Uvas de la ira, que persiste, y los discípulos aventajados, en su mismo estilo de ser y comportarse, que le han salido, también en nuestro país.
Y para chapuza, una vez más, la previsión ante la gran nevada, y estaba anunciado con mucho tiempo. Consecuencia: la M 30 y la 40, la Gran Vía y todo Madrid y alrededores colapsados, incluido algún hospital. Y muchas horas encerrados en los coches y tres días los camiones en las cunetas. Y a todo eso las autoridades municipales, autonómicas y ministros del ramo felicitándose de lo bien que se está haciendo. Juan José Millás, esta mañana en la radio, se hacía de cruces y no entendía nada. ¡Cómo lo va a entender!
Esa rueda nos está examinando, a todos, aquí no se salva ni el apuntador, yo tampoco, y después de haberlo hecho ella consigo misma, nos dice a gritos o en silencio muy significativo y clamoroso, que es como nos hablan las cosas, que así no debemos salir a la calle, a la vía pública, a los caminos y a las carreteras. Así no.
El fotógrafo ha sabido lo que hacía, este sí que sabe, y nos la ha colocado en primerísimo plano para que no desviemos la atención y aprendamos la lección más elemental: Así no se va a ningún parte. Así no se gobierna un pueblo, una ciudad, una comunidad autónoma, una institución, un país. No, así no, por sus bien y del resto, por quienes dicen desvivirse, háganselo mirar y dejen paso a quienes lo harían incomparablemente mejor. Y que nadie salga a la calle, insisto, con una rueda así. No hay ITV en el mundo que la dé de paso.
https://youtu.be/7FpkAwTC1wY Pasión Vega, Danzón del corazón. Hoy vamos con Pasión Vega, por quien tengo una enorme debilidad y ya sabes que la música que selecciono es un añadido-final feliz-obsequio-propina que nos damos.
https://youtu.be/5ErNB2-sdW8 "Cadiz habana" - Carlos Cano y Pasión Vega. Cuando canta esta mujer se para el tiempo. 26 de diciembre de 2020
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