viernes, 30 de octubre de 2020

NO TODOS SON IGUALES

 



Está claro que, por lo que se oye a todas horas, no goza de buena salud la política, y mucho menos los políticos, que se salvan pocos y, en la opinión de muchos, ninguno. Bien, está bien, o no tanto, porque no es bueno ni justo generalizar: todas las mujeres son... y uno enseguida salta y dice, por favor, mi madre, no, y eso lo decimos todos los hijos de nuestras madres, me imagino que sin excepción. No, no insistas, no todos son iguales, y las mujeres tampoco. Así que cambia el disco, que está rayado, y no funciona porque es mentira. O es una banalidad o una estupidez, como más te guste. Lo digo, sí, ¿cómo van a ser iguales Isabel Díaz Ayuso y Manuela Carmena? Por favor...

Pero vayamos por partes, si queremos ser honestos, imparciales, mínimamente inteligentes: ¿Nos metemos con los jueces, si nos atrevemos, que pareciera a todas luces, claro que por obligado cumplimiento, una casta intocable y sagrada? Porque, aquí, entre nosotros, a media luz y la voz en leve susurro habría tela que cortar para rato y un día largo de cuaresma. Como ha subrayado recientemente Almudena Grandes, “el abismo que, con demasiada frecuencia, se abre entre su criterio (el de los jueces) y el de los ciudadanos que les pagamos el sueldo”. Y no todos son iguales, por fortuna.
¿Hablamos de los obispos?, vamos allá, y ya nos advirtió el clásico que con la Iglesia es mejor no topar, aunque la verdad es que ya nadie habla de ellos, ya era hora, porque siguen plagiando y copiando el mismo mensaje durante 20 siglos, por mucha palabra de Dios que prediquen, porque alguna actualización sería imprescindible, y son muchos siglos sin renovarse, y ya no se habla de ellos, insisto, a no ser por algún escándalo nefando o alguna opinión propia de tiempos lejanos? Dicho lo cual, quiero creer que no todos sean iguales.
Los militares tampoco, aunque pareciera mentira, y ahora son más las diferencias y menos las similitudes, pues aunque algunos sigan mirando hacia atrás, tiempos del Cid, de los Reyes Católicos, o mismamente de Franco Bahamonde, los hay demócratas y defensores de la Constitución, digamos que los más. No todos son iguales. ¡Qué tranquilidad y sosiego!
¿Pasamos revista a escritores, periodistas y tertulianos que se atreven a pontificar, y pontifican con ganas y orgullo patrio, algunos, sobre todos los temas de todas las disciplinas posibles, y hasta aquellos que en su día fueron tus predilectos y que ahora no aguantas, salvando muchísimas y honrosas excepciones, que las hay? No, no todos son iguales, claro está. Podría dar muchos nombres. Podríamos.
Y si bajamos al ruedo de la ciudadanía, siempre y ahora en este terrible tiempo de pandemia, ¿no es cierto que hay un grado muy alto de responsabilidad y lecciones de buen hacer y ejemplar comportamiento al lado de multitud de grupos de bodas, comuniones y bautizos, jóvenes que siguen a su bola con sus consabidos botellones y bailes bien apiñados y sin mascarilla alguna, y reuniones familiares que terminan en claros brotes de contagio masivo penoso y a la postre trágico? Pero por mucho que de forma cansina y llorona digas que se han perdido los valores, no es verdad que se hayan perdido todos, bueno, algunos por fortuna sí, y otros nacen con fuerza para mejorar y engrandecer el paisaje social. Lo que pasa es que tú te olvidas de cuando eras joven. Y si hablamos de los jóvenes, pues lo mismo, no todos son iguales, ¿cómo van a ser todos iguales?
Por favor, un respeto a cuantos y cuantas me seguís, y no por doraros la píldora, para mí no sois iguales, ni entre vosotros ni entre vosotras, ni con el resto. Un respeto.
https://youtu.be/x7lfzARGXGw Bruce Springsteen - Dancing In the Dark

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