lunes, 14 de septiembre de 2020

¿NO TIENEN ALMA LOS GATOS?

 

 





Va de gatos: El de la primera imagen está tan a gusto que parece no echar de menos a sus dueños, y ha cerrado los ojos para vivir en el mejor de los sueños, pero ¿quién sabe? porque de hambre de piel sabe más que nadie, ahora mismo está pensando en el roce sobre las piernas de su ama en cuanto vuelva y que le acaricie el cuello, que por su reloj biológico, que no suele fallar, ya tarda. Tienen corazón, y tierno, están dotados de una enorme sensibilidad, son independientes al máximo, lo que no obsta para que aúllen cuando se quedan más solos que la una y tardan los humanos en volver a su hora, porque les agrada estar con gente, y mucho más con la que le trata con delicadeza y le suben al regazo. No sabe a ciencia cierta qué es lo que ha estado pasando, pero sabe a conciencia que algo serio ha sucedido. No es normal que hayan estado sin salir de casa sus dueños tanto días y tantas noches, y que de repente a la misma hora salieran y con rígida puntualidad, para largarse sin decir nada y hayan retrasado el regreso unos días, no es normal. Se advierte en sus ojos algún miedo y cierto temblor en las patas por los irresponsables que van por la calle como si nada hubiera sucedido, y eso le duele sin saber por qué, pero le parece que esas cosas no se hacen, puesto que todos los de su especie son mucho más limpios dentro y fuera de casa. Y no digamos los alborotos que tanto le asustan y el cuidado exquisito para librarse de alguna patada sin venir a cuento lo que nunca viene a cuento.

La segunda imagen habla por sí sola en ese entrañable encuentro: ¿quién cuida a quién, quién hace compañía, da calor y rompe la soledad? Dos animales, racionales e irracionales, qué más da, dándose lo más importante y esencial de la vida: calor, cobijo y compañía. A ver si nos enteramos: calor, cobijo y compañía en todo tiempo y lugar y cualquiera que sea la condición de cada cual a la búsqueda y captura de la paz y la buena armonía de todos. Han cerrado tanto los ojos que la procesión va por dentro, y es hermosa, harto significativa por los huecos que están llenando a la par, nadie sabe quién más, porque están dándolo todo la una a la otra, en el caso de que el gato sea gata. Ese abrazo en tiempos de sequía no tiene precio, y qué envidia, habrá que guardarlos todos a buen recaudo para que un día exploten y alegren la vida. Pero quede claro que hasta los gatos tienen alma, y si te pones fino, diré que alma animal, pero alma: energía, hálito, vida, consistencia de la carne, sintiente para dar y tomar, y pensante a ratos y a su manera a juzgar por la memoria y la picardía de que están dotados.
En la tercera está a la espera de los señores que ya se retrasan y se está impacientando y poniéndose melancólico. Pero no se le va una, está pendiente de todo lo que se cuece en la calle y no se moverá de esa su ventana hasta que oiga el menor ruido y el olfato le advierta que son sus dueños, principalmente su ama, su ojito derecho.
Y la cuarta ya es demasiado. Habla por sí sola, porque está más que hablando, lo que es el no va más.
https://youtu.be/dF-IMQzd_Jo Astor Piazzolla - Oblivion
Sublime. Este hombre te sacude el corazón. ¿No tiene alma el tango? Espíritu puro. Pues eso.

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