Vamos a copiarlo y repetirlo cuantas veces haga falta, muchas, porque es oro molido, la voz desnuda de la calle y del viento dolorido de unos barrios, y un documento para la posteridad, para no olvidar que hasta ahí llegaron las aguas del coronavirus y la pésima gestión de la Comunidad de Madrid. A muchos, lo diré una vez más, nos da vergüenza ajena que siga un minuto más donde nunca debió estar esa mujer al frente de ella. Espero no decirlo más veces. Sí, vergüenza, mucha vergüenza, una virtud que, por lo que se ve a plena luz del día, alguien no conoce. Estaba visto y el más tonto de mi pueblo, que probablemente sea yo, advirtió, hace días, que las medidas de la Comunidad de Madrid de atajar el virus no conducirían a nada. Estoy con la exdirectora de Salud Pública de Ayuso que dimitió en mayo, y hace dos o tres días ha comparado la situación de Madrid con el hundimiento del Titanic. Por eso el Gobierno tiene que actuar ya.
Y ahí va el texto de la pancarta que vale tanto como el mejor de los documentos:
“Quieres que me confine cuando regrese a mi casa después de atravesarme todo Madrid en un Metro atestado para limpiar tus calles, para cuidar a tu padre enfermo, para servirte comida, para dejarte el paquetito de Amazon en la alfombra. Dignidad del Sur - Villaverde”.
No hay que ser ningún experto en pandemias, pero mi santa y yo, que no lo somos, insisto, al oír esas medidas rocambolescas nos parecieron todo un despropósito y pensábamos lo mismito del cartel y lo que tú mismo, seguro, que habrás pensado, sin necesidad de ser experto en nada. Pero nos basta con solo tener un poquito de vergüenza y cierto sentido común. Solo un poquito.
Y como no quiero desviar la esencia del discurso y la denuncia, repito lo que debe ser repetido y gritado a todos los vientos de Madrid, desde Villaverde hasta el Barrio de Salamanca, y de España, de Norte a Sur. ¡Tiene tanta verdad y tan bien dicha a lo breve y profundo! Y por tercera vez, para que hagan nido todas y cada una de las palabras en algún rincón de nuestra mente:
“Quieres que me confine cuando regrese a mi casa después de atravesarme todo Madrid en un Metro atestado para limpiar tus calles, para cuidar a tu padre enfermo, para servirte comida, para dejarte el paquetito de Amazon en la alfombra. Dignidad del Sur - Villaverde”.
Nota no tan al margen: No es santo de mi devoción, y más aún, a partir de este párrafo en un artículo de ABC le meto en “la cárcel de papel” para el resto: “La izquierda caniche moviliza sus patuleas, entreteniéndolas con cualquier trampantojo, como quien arroja algarrobas a los puercos para que se refocilen”, Juan Manuel de Prada, con motivo de las manifestaciones de vecinos de los barrios del Sur de Madrid. ¡Cómo se puede escribir así y con tal mala leche! (Izquierda caniche, patuleas, trampantojo, algarrobas, puercos, refocilen, da para un comentario de texto y no saldría bien parado) ¡Cómo no meterle en “la cárcel de papel”, aquella que se inventó “La Codorniz” de feliz memoria, “La revistamás audaz, para el lector más inteligente»!
https://youtu.be/BBeXF_lnj_M Bach: Erbarme dich, mein Gott (Matthäuspassion) - Galou (Roth) Siempre nos quedará Bach
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