LAS ZAPATILLAS QUE ANDAN SOLAS

Siempre he usado el mismo tipo de zapatillas, hace años las de siempre, las típicas azules o blancas: las alpargatas, muy sencillas y la mar de cómodas, para pasar a unas deportivas blancas, un pelín más sofisticadas y mucho mejores, hasta las últimas de hace poquitos meses, que me parecen del máximo confort y es como si fuera andando en un colchón de plumas. No me importa darles publicidad: Son unas SKERHERS, y a mí no me decía nada ese nombre, hasta que me las vieron mis hijas, y como les hablé de sus bondades, de lo contento que estaba y lo maravillosas que son, me contestaron al unísono: claro, es que son unas SKERHERS. Y dije: Ah bueno. Así que me puse más contento que unas Pascuas, aún. Porque solo sé yo lo que sufrido con el calzado, me imagino que como muchos de mis conciudadanos de Pucela, cuando existían los Calzados Segarra, que posiblemente fueran óptimos, quién soy yo para denigrar una marca y una casa, pero, con todos los respetos me molieron los pies y estuve una larga temporada, en algunos momentos, cojeando, hasta que un buen podólogo me aconsejó cambiar de zapatos y que al ir a comprarlos no mirara la cartera, añadiendo que unos buenos zapatos curan los pies. Y así fue, bendito podólogo, porque ni callos, ni juanetes, ah, y anchos, nada de zapatos estrechos como punta de espada y algunos que quedaban con esas señas los mandé al infierno de los zapatos malos, si es que existe, que parece que no, como ha dicho alguno de los Papas últimos.
En invierno, desde hace dos años, llevo unas botitas la mar de majas y sobre todo confortables y que me defienden del frío, porque además de los años, que dan frío, en general, heredé como algunas de mis hermanas de nuestro padre los pies y las manos frías, aunque el corazón caliente, a fuer de ser sinceros.
¿Quieres un consejo? Seguro que no lo necesitas, llego tarde, pero por si acaso, haz caso a aquel sabio podólogo, que Dios lo tenga en el mejor de sus cielos, si es que le queda alguno, por aquello de que si no hay infierno...
Pues eso, que benditas zapatillas.
Nota no tan al margen: Te ruego paciencia, querido lector, amable lectora: Aún vamos por la mitad de los objetos de la casa y, aunque me dan tentaciones de dar el cerrojazo, los iré sacando, poco a poco, porque están hartos de estar encerrados y quieren salir al aire de la calle y asomarse a esta ventana de Facebook. Espero que te sirvan y que te lo pases bien, tanto como yo, gracias.
... https://youtu.be/3BIVwPvKIpQ Alfonsina y el mar-Pasión Vega. 1ª versión, fascinante, a mi gusto
... https://youtu.be/_zOvl7DrPvg Alfonsina en el mar
Silvia Pérez Cruz. 2ª versión, no menos fascinante, a mi juicio. Tú quédate con la que quieras.