lunes, 11 de noviembre de 2019

LOS ESPEJOS NOS LO DEVUELVEN TODO


Los espejos tienen la curiosa facultad de irnos diciendo en todo momento quiénes somos y cómo vamos con el paso del tiempo y sus alifafes. Pero nos solemos despistar de tanto mirarnos: al levantarnos, al afeitarnos o acicalarnos, y de refilón al que tenemos en el dormitorio, en el pasillo o en el recibidor, y hasta cuando vamos de compras y de escaparates, y no nos vemos. Por ello, de tarde en tarde, descubrimos una arruga más, alguna mancha que lleva tiempo en la parte izquierda del rostro y nos parece que acaba de brotar, o la caída del pelo que va a más y que ya viene de lejos y nos va dando noticia de cómo nos van las cosas, de cómo nos va la batalla perdida del tiempo, ay.
No dejan de ser simpáticos colegas y hasta buenos amigos. Nos lo devuelven todo a cambio de nada: Se entristecen cuando nos entristecemos y nos responden con una mueca cachonda cuando les ofrecemos la sonrisa propia de la que ponemos ante la cámara de fotos. Se atienen a las circunstancias del momento y son los más fieles servidores-san al instante. Están ahí para lo que mandemos y nos lo devuelven, ya digo, con escrupulosa exactitud. Y por ello mismo me parece que se sienten muy bien de estar en su sitio sin desviarse un ápice. ¡Ay, si aprendiéramos un poquito de estos seres tan inanimados la mar de animados en cuanto no hacemos más que mirarlos hasta de reojo! Y se ríen.
¿Qué nos están diciendo sin necesidad de decir una sola palabra, un sola mueca? Que ante las desgracias y el silencio en su entorno, nada como el silencio y lo peor de lo peor: la cháchara y la tontería espontánea que no viene a cuento Y al contrario, ante la fiesta, la alegría y el buen rollo nada mejor que unirse en todo al otro para el brindis, el baile, sin la excusa de no saber, porque solo tienes que dejarte de llevar, el abrazo, el beso y brindar como él, agarrarte, si es agarrado, abrazar, besar y no pensar más.
El genial Borges les dedicó unos magníficos cuartetos de los que escojo este:
“Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro
paredes de la alcoba hay un espejo,
ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo
que arma en el alba un sigiloso teatro”.
Por eso mismo habrá que agradecerles su existencia, porque si están donde nos encontramos encerrados, ya no estamos solos.
Nota no tan al margen: hablando de espejos, después de los resultados electorales, está ese otro espejo en el que se ve este país de pandereta, que nos duele en el alma, porque nos hemos lucido, se han lucido todos los líderes políticos y las huestes de Abascal, mirando al sol y los luceros, gritando de forma desenfrenada: “a por ellos, oé, oé”. Y yo me pregunto: ¿Qué demonios querrá decir ese “ellos”? ¿Todos los que no pensamos como ellos? Miedo me dan, y como dice Almudena Grandes: Más miedo la indiferencia de sus rivales.
- Espejo, espejito, dime si tenemos remedio y tendremos gobierno de una maldita vez, que estamos muy hartos.

... https://youtu.be/n-ykqFce8Ds Carnaval de Venecia

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