lunes, 10 de junio de 2019

COMPOSITORAS OLVIDADAS


¡Qué alegría ver cómo logran, sobre todo sus colegas, que vayan saliendo a la luz las mujeres que nunca debieron estar olvidadas, ninguneadas y marginadas: grandes pintoras, músicas, artistas en general, investigadoras y científicas de toda índole y condición. Desde hace días escucho a Clara Schumann con devoción y entusiasmo, como en su día descubrí a la inmensa pintora Artemisa Gentileschi, una de las grandes pintoras de la historia del arte. Ahora es Anna Beer, una escritora y profesora británica, la que nos regala un ensayo sobre las mujeres compositoras “Armonías y suaves cantos. Las mujeres olvidadas de la música clásica”.
Al escribir una larga reseña del libro, Pablo L. Rodríguez, de quien tomo algunas notas, comienza con esta pregunta: “¿Puede una obra musical revelar el sexo de su compositor?” Y se responde: Esta pregunta, que hoy podríamos tildar de ridícula, obtuvo en el pasado rotundas aseveraciones. Según el inconsciente androcéntrico, una mujer no podía componer música con la misma hondura e individualidad que un hombre”. Una barbaridad de la que venimos, ¿verdad? Y pensar que algunos nos quieran conducir como corderos descerebrados a ese pasado oscuro, ¡da miedo y pavor!
Hago para mí, y de paso para ti, parte de la lista que la autora británica repasa y desmenuza en su libro:
Una monja apartada del mundo, como Casia de Constantinopla en el siglo IX. Una joven sabia e ingeniosa, que es la primera compositora con obras conservadas, como su Troparion (himno) de María Magdalena.
Otro prototipo de compositora fue la esposa sacrificada, como Magdalena Casulana. Su Primer libro de madrigales fue, en 1568, la primera publicación en solitario de una compositora con una manifiesta reivindicación en contra del “vano error de los hombres, que se creen patronos de los altos dones del intelecto, que según ellos no pueden ser compartidos en igual medida por las mujeres”. Vano y tonto error que ha llegado hasta nuestros días.
O la norteamericana Amy Beach, a cuya producción incluye, aparte de música de cámara y abundantes canciones, la Sinfonía Gaélica, de 1896,
Clara Schumann, que en 2019 se celebra su bicentenario, esposa de famoso Schumann y esposa de ocho hijos. Destaca como pianista, pero también como compositora que se revela, precisamente, en las Variaciones sobre un tema de Schumann, op. 20 (1853), su mejor obra además de otras de gran interés.
Elisabeth Maconchy, una compositora de vanguardia que no renunció a la labor de esposa y madre ejemplar; por el día preparaba conservas y cuidaba de su marido e hijos, y escribía música por la noche.
Y más y más que no aparecen en el libro. Impresiona este silencio que ha sepultado a tanta mujer sabia y solo por ser mujeres. Impresiona y cabrea.
Dejo el último párrafo al periodista que nos ha revelado lo más sustancioso del libro de Anna Beer: “Vivimos en un mundo extraño donde alguien podría pasar por melómano bien informado sin haber escuchado una sola nota musical escrita por una mujer. Lo siento por ellos, pues no saben lo que se pierden”.
No saben lo que se pierden ¿No da pena?
Nota no tan al margen: Acabo de leer que Eva Casado, con 23 años, aprobó la carrera de violín con sobresalientes, primero en casa y luego en silla de ruedas debido al Síndrome de Fatiga Crónica que padece. Ahora estudia en EEUU para ser directora de orquesta, donde se enfrenta a varias dificultades: "Tienes que mostrar autoridad y siendo chica y en silla de ruedas, cuesta el doble". Qué gusto me daría que Sandra Sabatés la entrevistara en el Intermedio en la sección: “Mujer tenía que ser”. E igualmente a esas directoras jóvenes de orquesta con un curriculum impresionante: Alondra de la Parra, Karina Canellakis, directora y violinista estadounidense, Mirga Gražinytė-Tyla, lituana, Inma Shara, española. Barbara Hannigan, canadiense... Verlas dirigir es una delicia para los sentidos: qué pasión, qué delicadeza, qué vuelo el de sus manos y brazos y cuánta luz. Llevo muchas noches prendido de sus batutas disfrutando de la buena música y su buen hacer.
Sirva este ejemplo: https://youtu.be/6JXmpU35n14

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