lunes, 18 de marzo de 2019

ESTE SÍ QUE ES UN BESO


Estos viejos sí que sacan lo mejor de uno mismo y le reconcilian de por vida, sin un ápice de duda y menosprecio, porque hay más pasión en él que en 20 adolescentes juntos y más agradable sorpresa y felicidad en ella que en la de muchas noches de loca juventud. Los dos se mueren de gusto, pues así debe ser el beso, como el que están dando y recibiendo, entregados totalmente a la faena, concentrando toda una vida larga en ese instante y alarmados de gozoso asombro porque está pasando la película desde la primera adolescencia, cuando sintió ella que ese mozo la miraba con intensidad y cuando él guardó la escena en el fondo de su almario para siempre. ¡Qué diferencia de significados de bocas: cerrada y apretada una, para que no se escape el más leve suspiro y abierta como cuando se abren de par en par puertas y ventanas para que entre el aire de la calle y la vida del mundo.
¿Recuerdas el beso famosísimo de Cortázar?
“Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja...”.
Y sigue y sigue y cada vez con más belleza descriptiva y narrativa. Pero aquí ya no es literatura, sino momento indescriptible, aunque esté esperando una palabra de acompañamiento acorde con la armonía del instante que fue fugaz y ya es eterno y agradecidos por la paz que nos transmite. No hace falta que sea un beso de tornillo, ¿qué más da?, ni que el sexo solo sea si es orgasmo, ¿quién dijo tal?, ni que la pasión no se mida como les gustaba hacer cuando rondaban los veinte y pocos, porque se trata de otra pasión, no menos intensa. Ese viejo, amigos míos, sabe lo que es besar y esa anciana encantadora, mis queridas amigas, con ese brillo de los ojos encendiendo todos los sentidos, está abrasándose en el mejor de los infiernos y cielos juntos.
Envidia dan: qué ricura y cuánta hermosura.

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