lunes, 28 de enero de 2019

DE LA TRAGEDIA AL OLVIDO


... ¿Se acuerdan? ¿Os acordáis? Le dediqué un artículo en su día, pero, ay, pasó a peor vida, la del olvido. 4 años y pico de la muerte de Aylan. Su imagen conmovió al mundo, sin embargo, se nos dice: la situación de los refugiados ha empeorado. En estos dos años, 8.500 personas se han ahogado en el Mediterráneo, 1.150 eran niños. ¡Qué corta es la memoria colectiva! ¡Que pronto pasan a peor vida nuestros recuerdos! Y pasamos del primer cruel y doloroso fotograma al noveno en donde no hay señal ninguna en un pozo vacío de soledad y olvido. Ay.
... Ya han pasado doce días, cuando esto escribo, de la caída de Julen, el niño malagueño, al pozo, y han comenzado la última fase del rescate los mineros asturianos. Es una tragedia, naturalmente, con mucho dolor insoportable para los padres. Pero está siendo una invasión apabullante de todos los medios de comunicación, hasta la extenuación de todos los radioyentes, lectores y espectadores. ¿Alguien, excepto sus padres lo recordarán dentro de unos pocos meses? Estaremos en otro montaje para el morbo y el espectáculo. No se apuren, no te apures, que todo llegará.
... Los héroes del olvido, mineros que lo fueron en su día, han rescatado el cadáver del niño malagueño, a los 13 días. ¿Qué harán ahora la Sexta, la 3, la 5 y la Una y demás medios de comunicación? Sepan que a muchos nos hartaron. ¿Esperarán contra toda esperanza como en este caso otra noticia con igual morbo y similar espectáculo?
... No es bueno y sano, creo yo, fomentar la espera contra toda esperanza, porque ¿por qué y a razón de qué se fomentó contra toda lógica y sentido común que Julen, tras una caída de setenta metros en un pozo tan increíblemente largo como terriblemente estrecho, iba a seguir vivo 6, 8, 10 y 13 días después. ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Pretenden que nos volvamos tarados mentales, por mucho que alguien siga creyendo en los ángeles y arcángeles del mundo celeste para obrar el milagro?
... Y mientras esto escribo y mientras tú lees estas líneas, seguro que siguen cayendo al pozo-cementerio inmenso del Mediterráneo, niños que viajan solos o acompañados por sus padres, huyendo del hambre, la guerra y la falta de futuro. Y apenas movemos un solo dedo, y desde luego ni una lágrima, ay.
... Pero sí, en honor a la verdad, celebremos la alta profesionalidad y la espléndida solidaridad de ingenieros, Guardia Civil, empresas privadas, administraciones públicas, mineros ¡qué ejemplo el de los mineros! y el pueblo de Totalán, y les otorguemos un debido reconocimiento y, a la vez, agradecimiento. En caliente somos únicos, esa también es la verdad.

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