sábado, 15 de septiembre de 2018

FRASES HECHAS - FRASES MUERTAS


Las frases hechas son frases muertas. Están gastadas, desgastadas como las suelas de unos zapatos viejos. Y ya nada dicen. No sorprenden. No estimulan. No nos ponen ni en pie, ni en vilo. Han muerto de muerte natural y aburrida:
- Como la copa de un pino
- Invéntate otra comparación cualquiera, pero nunca más como la copa de un pino.

- Como no podía ser de otra manera.
- No hay alcalde, concejal y diputado de la cosa, que no la repita en cada arenga. ¿No podía ser de otra manera?
- El oficio más antiguo del mundo...
- Tuvo que ser una superviviente de la trata de mujeres, Katy, quien rompiera la frase hecha: no es la prostitución, es mirar para otro lado. Ya sabes: fue Caín, quien a la pregunta de Dios, ¿dónde está tu hermano Abel?, Caín miró para otro lado.
- Yo tengo una teoría.
- Y cuando lo dice está cayendo en una opinión desgastada y usada por todo hijo de vecino de cuantos en el mundo han sido. Así que no lo digas ya más. Ni “ya digo yo” o “lo que yo digo va a misa”, de similar hechura.
- Llevan el ritmo en la sangre.
- La primera vez fue original, después convéncete de que es una frase muerta.
- Qué bien te veo.
- Y suele ser una mentira entre tonta, piadosa y a veces patética.
- Después de la tormenta llega la calma.
- A veces, y otras: otra más gorda. No te fíes.
- No esperes nada de nadie. Espera todo de ti.
- ¡Qué horror! ¿Cómo se puede ir así por la vida?
- Ningún ser tan depredador como el tiburón.
- Y no es cierto. Le supera otro ser: el hombre. Se calcula que mueren unos cien millones, sacrificados al año, para la sopa de aletas de tiburón. Y tan felices con esas delicatesen.
- Pasa más hambre que un maestro de escuela, se decía.
- Sí, pero más pasaba la mitad de sus alumnos.
- Un futuro mejor para nuestros hijos.
- El mejor futuro para ellos es que hagamos mejor el presente, que vale para nuestros antepasados: mejorar su pasado pasa por mejorar el presente.
- Hablando de emigrantes, va y dice: ¿Por qué no se los lleva a su casa?
- Eso se llama, mala uva, por no decir mala leche, y mucha ignorancia. Porque no es eso, no se trata de eso. Mi admirada Rosa Montero le llamaba esta misma semana a eso: “Rancio tópico”.
- No somos nadie.
- Pero alguno que estaba atento, rompió la frase para siempre: Eso lo serás tú. Y lo clavó.
- Me voy a dejar la piel, dicha en boca de muchos políticos.
- Deja mejor el asiento cuando estés apolillado y aburguesado. Nadie quiere tu piel.
- Sin ti no soy nada.
- ¡Qué barbaridad más sin sentido, aunque lo cante Amaral!
- Todos tenemos un precio.
- ¿Por qué piensas que todos pueden ser como tú? Es falso y embustero. La historia demuestra que no es verdad. Lee y verás. Documéntate.

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