martes, 17 de julio de 2018

LAS LECCIONES DEL HUEVO ROTO


Vamos a quedarnos con esta imagen, pero sobre todo vamos a darle vuelta a esas tres frases que valen más que mil imágenes, para que no digamos solamente que una imagen vale más que mil palabras, porque no siempre es verdad, sino todo lo contrario.
La primera frase encierra un discurso profundo y fácil de entender que no todo lo profundo no quiere decir que no sea digerible y de difícil entendederas. En este caso se coge a la primera: No tienes que hacer la prueba, incluso no lo necesitas, porque lo ha has visto un montón de veces. Cuando un huevo se despachurra o simplemente se rompe termina ahí su vida más o menos efímera. No hay vuelta de hoja. Puedes hacerte un huevo frito y ahí llegó su final, feliz para ti, pero su vida ha terminado. Ahora bien, si en lugar de romperse desde fuera, se rompe desde dentro, comienza una vida, y aunque estemos hartos de verlo y saberlo, deberíamos celebrarlo, la vida sigue, la vida se renueva, la vida continúa y es la cosa más fascinante a lo que podemos asistir, cuando viene de lo más interior del ser, y es la tercera.
Moralejas:
Primera.- La que nos da la viñeta: Las grandes cosas siempre comienzan desde el interior, desde la mente, que es la capaz de pensar, soñar, proyectar, enamorarse, descubrir nuevos mundos, admirar un bello paisaje, lograr una convivencia más justa, generosa y humana..., pero también de las cosas pequeñas que, con frecuencia, son inmensas: tomarse un café calentito, disfrutar de la risa contagiosa de los hijos, hacer un postre, escuchar el silencio... Como el huevo cuando se rompe desde dentro. Hace que estalle la vida.
Segunda.- ¡Ojo!, que lo mejor y también lo peor sale del interior, de los adentros. Y así se rompen y destrozan las más bellas cosas, las vidas y lo mejor del ser humano.
Tercera.- Siempre hay tiempo para enmendar la plana, hasta el pasado, ya le dediqué a este tema una entrada. No insisto.
Cuarta.- Al interior también se le puede trabajar, educar, cambiar. Seguir a los mejores, siempre es buena idea, leer es vital para mantener en forma la mente y el espíritu, si es que no son lo mismo, que creo que sí, ver y contemplar, oír y mejor escuchar, procurar que aniden en él muchos besos y abrazos, ser capaces de hacer autocrítica para que el ego esté en su sitio, porque hay que traerlo a raya, de lo contrario de sube por las paredes.
Quinta.- Ya no se me ocurren por ahora más. Mira a ver tú.

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