domingo, 18 de marzo de 2018

NO HAY QUE TIRAR LA TOALLA


Me gusta esta expresión y la uso con frecuencia, para animarme y animar al personal a no arrojar nunca la toalla, aunque haya razones poderosas y pueda ser absolutamente comprensible. Pues bien, acabo de ver esta nueva vuelta de tuerca en Facebook y se me ha encendido la bombilla para intentar hilvanar unos pespuntes a la luz de esta candela imaginativa y plena de aciertos. ¿Me acompañas?
Crees que lo has dado todo, a pesar de que no hayas comenzado la gran ruta de la vida, y porque te han puesto un suspenso como una catedral, se te ha venido el mundo abajo. Pero has hecho caso a tu madre en cuanto te ha susurrado al oído tras un beso: ¿Cómo vas a arrojar la toalla si eres una magnífica estudiante? La toalla no se tira ni en el suelo del baño.
Nunca se le ha pasado por la imaginación jubilarse de la vida, ella es Bienvenida Pérez, la presidenta de la Asociación de Amas de Casa y Consumidores de Ciudad Real, y ha cumplido 91 años. No piensa tirar la toalla, y aprovechando que le gusta conducir, pero no solo por eso, coge el coche todos los días y se va a la Asociación, después de hacer su tabla de gimnasia. Y tú a los cincuenta ¿ya te quieres jubilar? ¡Anda ya y que te zurcen!
Todos tenemos malos, buenos y retorcidos pensamientos, lo que es normal, de lo contrario no seríamos hijos de nuestros padres, quiero decir seres normales, pero dicho lo cual, expresión que suena a tertuliano, y después lanza por su boca lo que no está escrito, yo lanzo que, aun teniendo todos los pensamientos y uno más que divague por tu mente, lo que vale es no arrojar la toalla a la primera de cambio ni a la última, porque la vida como loba hambrienta te espera a la puerta para ir de parranda si no tienes otra cosa mejor que hacer ese fin de semana. Y antes y después, de paso, no dejes de comerte el planeta en rodajas.
Es uno de mis últimos maestros, y espero que me dure: Iñaqui Gabilondo, quien ha escrito recientemente que a él nunca le ha importado cumplir años, va por los 75, y se ha expresado así de gentil, elegante y profundo, como siempre:
“Siempre he sabido que me voy a beber un número limitado de botellas de vino, un número limitado de veces voy a ir a Japón, un número limitado de veces voy a oír la novena sinfonía de Beethoven, un número limitado de veces voy a hacer el amor y un número limitado de veces me voy a bañar en el mar. Lo he sabido siempre. Y eso me ha ayudado a disfrutar más de cada baño, de cada copa, de cada vez que he hecho el amor, de cada nota y de cada viaje”. Alguien que no ha arrojado la toalla.
José Agustín Goytisolo, en su bellísimo poema, Palabras para Julia, tiene una manera de decirle a su hija que no tire la toalla. Y lo dice así de hermoso y hondo: “Nunca te entregues ni te apartes / junto al camino, nunca digas / no puedo más y aquí me quedo. / La vida es bella, tú verás / como a pesar de los pesares / tendrás amor, tendrás amigos”. Y que se acuerde de lo que un día escribió pensando en ella. Esas son, claro está, palabras mayores.
Y termino, para dejarte parte de la tarta pensante, si vas a tirar la toalla, que sea en la playa, para, al instante, jugar con las olas, con la arena y disfrutar del mar como si fuera la primera o la última vez.
Nota no tan al margen: Dejo esto y me voy a la Mani, que me esperan mis colegas y los jóvenes que nos acompañarán con el mismo coraje que teníamos nosotros en el mayo del 68. ¿No hay dinero Srs. del Gobierno? Hay dinero y no discutamos si mucho o poco. Se trata de gestionarlo. De distribuirlo más equitativamente. Se trata de gobernar mejor y si no irse a casa. Así de claro y justo.

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