jueves, 17 de agosto de 2017

FELIZ FIN DE SEMANA..., ¿SOLO?


Tiene chispa, pero ¡ojo! que todo es relativo, y te entiendo, pero desde mi telescopio de jubilado impaciente te diré que todo es relativo. Te digo y te repito que te entiendo, abrumado por el curre diario para no llegar a los mil euros, a no ser que seas de los agraciados que sobrepasas con mucho esa cantidad, te entiendo que los lunes se te hagan cuesta arriba y más si a tu jefe no hay quien lo aguante, que los hay, y además siendo menos inteligente que tú y estando mucho menos preparado. Es dura la tarea y dura la semana. Pero aun así no la quemes pensando en que llegue cuanto antes el viernes porque, acaso, se te pase sin darte cuenta y te pierdes todo el resto de los días, incluido tu añorado fin de semana. Es como si todo el año estás esperando las vacaciones del verano, y el verano en sí, y te pierdes la belleza y los grandes momentos de las demás estaciones, porque hay que ser muy ciego y muy tonto para no verlos, y si no los ves se te pasan y no los disfrutas.
Por otra parte el lunes no es ni menos ni más que los demás días de la semana, y puede tener su aquel, si tú se lo das, somos nosotros los que marcamos la diferencia.
Sí, ya sé que lo normal y acaso a lo que estábamos llamados es al paraíso perdido, que aun en el caso de que existiera, que lo dudo, no sé si hubiera sido acaso lo mejor y más apetecible, porque estamos hechos en general de un material en el que el riesgo, el aguante, el peligro, el esfuerzo, la pasión, la incertidumbre, la obra salida de las manos, cualquier parto..., le van bien al cuerpo y al espíritu, ambos a la par, al unísono y confundidos en una misma realidad, frente al aquí me las den todas, el dolce far niente, el no hacer nada de nada de la mañana a la noche, y así toda la eternidad. Ya sé que a veces es la mar de apetecible, pero dudo que sea lo más recomendable para los músculos, los huesos y las neuronas. Somos como somos y estamos hechos de una materia combustible que luce cuando arde, y en la refriega aún más, y ardiendo encuentra su mejor acomodo y sentido.
Por todo lo cual nada como estimularnos cuanto sea necesario para que los lunes, martes, invierno y otoño, como en los días grises y cenizos podamos encontrarnos con lo mejor de nosotros mismos y dar con los momentos más sublimes y hasta emocionantes sin tener que esperar al fin de semana que también se va como un suspiro y sin darnos cuenta. Te lo diré con Eduardo Galeano: “La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora. Si no es ahora, ¿cuándo? Tu vida estará siempre llena de retos”.
Buen fin de semana, queridos amigos-entrañables amigas, pero igualmente si estás comenzándola o a la mitad, sin necesidad de que venga solo al final la dicha, porque quizá el martes, el miércoles y el invierno te traigan consigo lo que no está escrito. No te los pierdas, por favor, y haz algo para que también te gusten los lunes y el ahora en el que estés.

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