martes, 13 de octubre de 2015

GRAN ACIERTO DEL PREMIO NOBEL




Será obligado hablar de ella, de Svetlana Alexiévich, en los talleres de escritura creativa de esta semana y transmitir mi alegría por ser mujer, una gran periodista y escritora, “especialista en heridas profundas”, y haber escogido a las voces humanas silenciadas y con gran carga de sufrimiento para darles voz. Porque ha ganado la batalla a los distintos poderes que han querido silenciarla, y ser firme defensora de la libertad en mundos totalitarios. Y porque es el triunfo del coraje, del humanismo, del desenmascarar las mentiras del poder y de dar voz a los sin voz. Periodismo de calle y de altura.
Y aunque admiro a Philip Roth, Murakami, Javier Marías, Eduardo Mendoza y Juan Marsé, extraordinarios novelistas, que sonaban a última hora, me alegré y me sigo alegrando de que se lo concedieran a esta ignorada mujer, que merece ser conocida y leída, porque nos transporta al mundo de los que más han sufrido, víctimas del siglo XX, y sigue la estela de algunos de los más grandes: Chejov,Tolstoy, Dostoyevski, Kapuściński.
He elegido estas perlas de Svetlana Alexiévich como regalo a nuestros oídos y nuestra mente, para acercarnos a esta valiente periodista y merecedora del premio Nobel:
1.- “Amo el buen mundo ruso, el mundo ruso humanista, de la literatura, el ballet, la música, aquel ante el cual todos se inclinan, pero no me gusta el mundo de Beria, de Stalin, de Putin; ese no es mi mundo”.
2.- “Después de Chernóbil uno no puede sentirse sólo bielorruso, sino que se siente como el erizo, el conejo, el manzano, como parte de la naturaleza. Es una sensación muy fuerte”.
3.- “He buscado largo tiempo el género que respondiera a cómo veo el mundo. A cómo están hechos mis vista, mis oídos... y escogí el género de las voces humanas. Yo construyo mis libros y los recojo de la calle. Desde la ventana”.
4.-

“Con Putin la época soviética vuelve y se apodera del país, que intentaba comenzar una nueva vida”.
Algunos de sus libros: Voces de Chernóbil (en castellano); La guerra no tiene rostro de mujer; Hechizados por la muerte; Los muchachos de cinc; El tiempo de segunda mano: El fin del hombre rojo.
Sí, es obligado acercarse a esta escritora.

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