martes, 20 de octubre de 2015
ELVACÍO DEL QUE VA Y VIENE
El escultor francés, Bruno Catalano, conocido por crear esta-tuas de bronce no convencionales en las que faltan las secciones centrales, algún motivo tendrá y algo querrá transmitir. Están ahí, esta vez parece claro el mensaje.
Así que intentaré traducirlo a mi manera:
El de la derecha va, quizá lejos, tal vez para buscarse la vida y llevarle el sustento a su familia que deja atrás y parte esencial de sí queda con ellos, de ahí esos enormes huecos tan fundamentales en todo ser humano que, de no ser nómada a ultranza, su mala suerte le fuerza a salir de su casa, de su tierra, de su patria. Su corazón desgarrado se queda donde le vieron nacer, donde están los más suyos.
El de la izquierda vuelve y el corazón se le sale del pecho para poder estrechar a su familia, pero a saber qué es lo que deja atrás: amigos, amores, momentos que ya no volverán... parte importante de sí mismo que queda ya solo en el recuerdo, por eso de nuevo el desgarro y sus grandes vacíos, y vuelta a empezar, a atar cabos, tejer la pieza que quedó en el aire, un poco en suspenso, y rematar la faena.
Cuando en estos días vemos el trasiego forzado de emigrantes y refugiados pensamos con empatía, qué menos, porque sabemos, como nadie, lo que fue para muchos de los nuestros tener que huir de la guerra y la posguerra, salir con lo puesto a buscar trabajo en la década de los cincuenta y sesenta y ahora nuestros jóvenes, los más preparados de la historia, están buscándose la vida porque no tienen nada que hacer en el país que les ha preparado y al que quisieran entregar lo mejor de ellos mismos. Triste sino.
El artista ve antes que nadie y mejor, solo después de él entendemos mejor las cosas y agradecemos y valoramos el punto de vista en donde nos coloca para ver y sentir más y con mayor profundidad aquello que nunca hubiéramos sido capaces ni de sospechar.
Publicado por
ÁNGEL DE CASTRO GUTIÉRREZ
en
6:34
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