ASÍ HAN DEJADO LA MÚSICA

Sí, así es, no están en mejor estado las enseñanzas artísticas y humanísticas en nuestras escuelas e institutos. Wert estaba en otras cosas, ¿qué cosas? No creo que ni él lo supiera, que voló tan alto tan alto al lado de su megalomanía y tan bajo tan bajo como sus múltiples incapacidades, no tengo que decirlo yo, lo decían todas las valoraciones durante casi cuatro años en donde ocupaba el último lugar sin remisión.
¿Me quieres decir qué hacemos en un país sin una asignatura tan fundamental para una convivencia más ajustada a valores como la tolerancia, la igualdad, el respeto, la honestidad, etc. etc., como Educación para la Ciudadanía?
Dígase igual de las enseñanzas artísticas como la música y la pintura.
¿O qué hacemos si, en lugar de aprender a pensar, sólo lo hacemos para embestir, sin potenciar el juicio crítico y razonado? En una pared de Nanterre, en el Mayo del 68, se podía leer: “Platón ha muerto. Hegel ha muerto. Nietzsche ha muerto... y yo no me encuentro nada bien”. Y Savater, hace unos días, parafraseaba la pintada así: “Monstequieu ha muerte. Voltaire ha muerto. Kant la muerto... y quienes quisimos ser ilustrados no nos encontramos nada bien”. Eso es todo.
El sabio y maestro Emilio Lledó ha afirmado recientemente que el abandono de las humanidades en las universidades es la "forma más feroz, inhumana, inhumanística, incultural (valga la expresión) de perder la vida". Y sobre el panorama actual al recibir el premio Princesa de Asturias dijo: “Es grave la indecencia y la ignorancia que hoy se da en el poder». Dicho queda.
Le he robado al amigo, Máximo Higuera, esta foto de Face-book y su comentario, no sin sorna: “Apoyo a la cultura musical en España hoy”, y rápidamente me pareció que me pedía con urgencia un comentario, y es lo que he hecho, un tanto indignado, como él y cuantos han acudido a su llamada. Gracias, Máximo.
Y así se lamentaba el poeta Alejandro López Andrada en el espacio para los comentarios: “Vivir para ver”, y María Rosa La-guna: “Qué tristura trasmite esta imagen”.
Sí, amigos. Nada más triste como un piano hecho una ruina y unos colegios en donde no se canta ni se educa en aspectos fundamentales de la vida en sociedad ni se enseña a pensar por propia cuenta, sin anteojeras, manipulación y solo prestar la palabra a la voz de su amo. Tan triste como un pueblo abandonado, un jardín sin flores, una casa deshabitada...
No nos merecemos esto, señores del Gobierno.