martes, 24 de marzo de 2015

LÁS LÁGRIMAS DEBEN DURAR UN TIEMPO


"No se puede llorar crónicamente sobre lo mismo...cuando te hacen daño y te duele. Es bueno llorar, porque te alivia el alma y el corazón..., pero ese llanto no puede durar...se ha de superar... y seguir con la vida". Teresa Mollá
Exacto, como el luto. A las lágrimas hay que darles un tiempo, pero ni un segundo más, porque dañan lo mejor del ser humano después de la compasión: el coraje de seguir viviendo con pasión, ilusión y esperanzados contra toda desesperanza y nihilismo, y no porque no terminemos en nada que así será, pero que nadie insista en ello con exceso, porque ya lo sabemos, y mientras vamos estando, que la brizna de hierba que somos crezca y refulja a los rayos del sol con toda la belleza y el empuje que sea menester.
Es bueno llorar, naturalmente, y guardar luto por un tiempo no exageradamente largo, pero cuanto antes hay que apuntarse en la cola de la vida que espera como leona en celo y no permite que por más tiempo estemos en otros planetas porque es éste el que nos ha tocado en suerte y puesto que la vida es breve apurarla hasta el fondo es derecho y deber y la construcción de este planeta siempre es tarea que urge, sobre todo cuando hablamos de hacerlo más humano, igualitario y digno de ser habitado. “Cuando pierdes un hijo, debes celebrar su vida. No puedes usar el dolor como escudo. Hay que celebrar su memoria, su presencia entre nosotros”. Eleonor Coppola. Pues eso: celebrar su memoria y que la vida siga pudiendo apurarla hasta el fondo.


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